Los competidores del Dakar conocen el puerto de Le Havre desde hace más de 30 años, por haber recuperado los vehículos provenientes de la capital senegalesa. Pero la etapa normanda tomó un carácter decisivo desde la edición 2009. Allí se embarcan los vehículos, esencialmente europeos, para un crucero en dirección a Sudamérica antes del debut del rally.
El Dakar es una tierra de contrastes. Este rasgo ya es visible en los muelles del puerto de Le Havre, donde se convoca a los competidores esencialmente europeos para una vasta operación de embarque de los vehículos en un carguero, con destino a Lima. En la madrugada del jueves, los 9 camiones de asistencia del Team X-Raid se ponian firmes frente a la caseta de recepción. Se confiaron las llaves de los 6 Mini y del BMW X3 inscriptos en el rally al equipo de mecánicos e ingenieros encargados de arreglarlos. Para la escudería poseedora del título, la conquista de Le Havre se aborda con rigor, pero con formalidad. Para otros, la llegada a Normandía ya es una victoria. Este es el caso de Manuel Lucchese, sonriente con esta nueva peripecia, después de un primer Dakar marcado por las dificultades: “Me costó mucho montar mi proyecto este año, y recién pude recuperar una moto el martes, explica el campeón del mundo de Bajas (+ de 450cc). Contaba hacer el viaje solo, pero gracias a Facebook, encontré un compañero de ruta que ocupó un lugar al lado mío en mi furgoneta: es Davide Biga, un motorista muy conocido en Italia desde que dio la vuelta al mundo en Súper Teneré. Llegamos a las 5h de la mañana, ¡a tiempo!” Especialista de la improvisación a la italiana, Manuel seguía buscando a la tarde nuevos amigos susceptibles de transportar algunas piezas de repuesto en sus camiones.
La fibra romántica del piloto de Verona (http://www.facebook.com/ManuelLucchesePage) resalta también con la minuciosidad y la seriedad indispensables para las verificaciones técnicas y el embarque de cerca de 700 vehículos (carrera, asistencia, organización, prensa…) en las entrañas del Rio Imperial. Los equipos del Dakar se basan durante varios días en el savoir-faire de Haropa (Havre-Rouen-Paris), el 1er grupo portuario francés, y en la experiencia logística de la estructura que orquestra la carga o descarga de 365 000 vehículos por año en la terminal carguera de Le Havre. Después de pasar por el hangar 121, donde los pilotos obtienen luz verde después de pasar el control de los materiales de seguridad, les vehículos se depositan en un parque cerrado, después estarán en poder de 70 choferes expertos en aparcamientos. Justo depués, podrá comenzar el gran cruce del Atlántico para el cargo: en un 1er tiempo rumbo a América Central, para tomar el canal de Panamá, posteriormente bordear el litoral Pacífico hasta Lima y allí tendrán lugar los encuentros entre los pilotos y sus máquinas. Hasta ese momento, Manuel habrá hecho nuevos amigos…
En este carguero no estarán los Buggies del equipo Qatar Red Bull Racing Team que siguen su puesta a punto en California, pero los que sí embarcarán serán los dos 8×8 del equipo de Al-Attiyah – Cruz y Sainz – Goltschak. La estructura española Epsilon ha puesto dos de sus mastodónticos T5 al servicio del equipo. No es de extrañar la elección de los camiones de Epsilon ya que en la época dorada de Volkswagen ya se contó con ellos para estos menesteres.