El equipo KH7-Repsol-Epsilon con Jordi Juvanteny, José Luis Criado y Fina Roman al frente ha tenido un buen comienzo de rally Dakar a pesar de haber sufrido un pinchazo en la primera etapa cronometrada, que unía Buenos Aires con Santa Rosa de la Pampa. En total han recorrido 733 kilómetros, de los que 371 eran cronometrados.
“La pista por la que transcurría la especial era muy rápida y polvorienta. Marchábamos muy bien e incluso entre nosotros hemos comentado la belleza del paisaje que ha acogido esta primera etapa. Era como esos campos que cuando estudiábamos geografía de Argentina el maestro decía que daban hasta tres cosechas. Un vista realmente hermosa, buenas sensaciones en carrera y gran ambiente de equipo. No podíamos pedir más, pero al cabo de un rato hemos sufrido un pinchazo… ¡y eso que la pista era muy arenosa!”, comentan los integrantes del equipo.
Cambiar la rueda de un camión es una tarea aparatosa y con la temperatura ambiente superior a los 40ºC ha sido casi un suplicio. “Por fortuna, Fina ha encontrado el aro de la rueda, sin el que no se puede montar el neumático, después de una agotadora caminata bajo el implacable sol argentino. Hemos perdido un gran tiempo en la operación de sustitución de la rueda, lo normal por otra parte, y luego nos hemos puesto en marcha otra vez”, comenta José Luis Criado.
A partir de entonces, todo ha vuelto a su normalidad y Juvanteny ha reencontrado el ritmo de carrera hasta llegar a la meta. Tras esta primera jornada, el KH7-Repsol-Epsilon ocupa la 38ª posición de la general, a 56 minutos del líder, el holandés Van Vliet.