El pasado fin de semana el equipo catalán participaba en la primera de las pruebas del Campeonato de España de Rallyes Todo Terreno con Albert Roquet y Montse Contijoch al volante del Polaris en el III Rallye Tierras Alta de Lorca. El equipo, que ya mostró una gran competitividad, se tomaba esta cita como un test y terminó quinto.
Para Buggy Experience Racing Team la temporada nacional de Raids arrancaba el pasado fin de semana con ocasión de la primera prueba del Campeonato de España de Rallyes Todo Terreno. En el III Rallye Tierras Altas de Lorca, el Polaris RZR XP1000 era pilotado por Albert Roquet mientras, en el asiento derecho, se encontraba Montse Contijoch. Equipo y piloto se tomaban esta primera prueba como un test, puesto que Buggy Experience Racing Team había realizado la transformación y homologación de la estructura de seguridad durante varias semanas además de fabricar, junto a Jordi Higuera de HRG Suspensiones, unos amortiguadores ORAM que se revelaron como una gran elección por sus excelentes resultados respecto a los de serie.
De cualquier forma, ya en las dos etapas prólogo, Roquet lograba en la segunda pasada el mejor tiempo ex aequo con otros dos buggies en su categoría. Con la tercera posición de salida para el sábado y con el piloto ya con más confianza, los lógicos problemas de juventud se materializaron en el parque cerrado cuando, poco antes de la salida, el coche no funcionaba correctamente. Tras varios pinchazos se tomaba la decisión de abandonar para preparar convenientemente la jornada dominical en la que, tras sustituir el embrague y parecer que el buggy ya funcionaba correctamente, los problemas volvían a reproducirse. Con todo, Roquet y el coche alcanzaban la meta ganando un importante kilometraje y experiencia en Lorca de cara a futuras citas.
“El sábado comenzó bastante bien con el mejor crono entre los buggies, empatados con Isidre Esteve y Valero. Teniendo en cuenta la juventud del coche, fue un gran resultado. Desgraciadamente, tras el parque cerrado, comprobamos que nos habíamos quedado sin marchas largas, así que perdíamos tiempo en cada kilómetro puesto que también tuvimos problemas con un tubo de gasolina”, explicaba Roquet. Ya en parque cerrado, proseguía, “cambiamos el embrague pensando que ese era el problema pero no fue así. La etapa del domingo, de 170kms, tampoco la pudimos realizar a tope, con lo que decidimos afinar y alcanzar la meta como fuese. Incluso tuvimos tiempo de poner derecho a un Herrador V8 que había volcado. Finalmente completamos el raid en quinto lugar y sumamos cuarenta valiosos puntos. Ahora es momento de revisar el coche para la Baja Almanzora, en Mayo, y ver si podemos revalidar el triunfo del pasado año”.