Isidre Esteve no ha podido completar la última carrera del campeonato de España de Rallys Todo Terreno, el Rally Comarca del Jiloca, que se ha disputado este fin de semana en la localidad turolense de Calamocha.
El piloto de Oliana ha visto como un fallo eléctrico detenía su Polaris RZR XP900 adaptado por Im Guidosimplex a 60 kilómetros de la meta. Su copiloto Chema Villalobos ha tratado de reparar la avería, pero el fallo eléctrico se ha reproducido 20 kilómetros más adelante y ha derivado en un conato de incendio que afortunadamente han podido resolver. “Suponemos que ha sido un cruce o algo así, pero por poco nos quedamos sin coche porque la parte posterior ha empezado a arder y hemos tenido que activar los extintores”.
La avería ha sorprendido a Esteve y Villalobos cuando luchaban por el primer puesto absoluto de la carrera, algo inusual por la diferencia de potencial entre los todo terreno y los buggys Polaris. “Las condiciones del terreno, el trazado revirado y sobre todo que el piso estuviera embarrado nos han favorecido, ya que nuestro vehículo es mucho más ligero que los demás. Hemos podido aprovechar la circunstancia y ponernos en primer puesto justo antes de tener la avería”, cuenta el piloto.
Después de anularse la etapa prólogo ayer sábado por la lluvia, Esteve y Villalobos se vieron obligados a salir hoy domingo en 19º lugar, según el orden que había establecido la organización. Eso no impidió su meteórico ascenso hasta la cabeza de carrera e incluso llegaron a adelantar físicamente a 17 coches. Al final, la avería les obligó a retirarse y les privó de conseguir el Trofeo de Buggys del campeonato de España de Rallys todo terreno al que optaban.
La nota positiva es que las últimas modificaciones introducidas en el Cojín Inteligente han funcionado extraordinariamente bien, como atestiguan los primeros resultados de las pruebas de temperatura que un grupo de médicos han realizado sobre la piel de Isidre Esteve, con la ayuda de una cámara termográfica. Después de ocho horas sentado, la piel de Esteve estaba a la misma temperatura que cuando sólo llevaba una hora, y el tejido presentaba un aspecto perfecto.
“Han sido los mejores resultados del Cojín Inteligente desde que lo pusimos a prueba por primera vez en la Baja España Aragón. Para mí, esto es lo más importante y me llena de ilusión porque sigue abriendo nuevas perspectivas. Al margen del abandono de la carrera, hoy es un día muy feliz”, confiesa.
El Cojín Inteligente de la Fundación Isidre Esteve es un dispositivo en fase prototipo desarrollado por KH-7, DOGA, el Hospital Universitario Vall d’Hebron, Im Guidosimplex y el CAR de Sant Cugat. Esta innovación persigue que los afectados por una lesión medular puedan pasar sentados hasta 16 horas seguidas sin riesgo a sufrir lesiones en la piel, lo que mejoraría mucho su día a día.