El Rally Dakar ha entrado en la fase más dura de la competición, justo antes de llegar a la jornada de descanso, y nuevamente se han producido muchas caídas y abandonos en la categoría de motos. Precisamente, Laia Sanz se ha parado a socorrer a un piloto accidentado con la clavícula rota. La pluricampeona del trial ha activado la baliza de rescate y ha permanecido allí hasta que ha llegado el helicóptero para evacuar al herido. En total ha perdido unos 20 minutos, pero a su llegada al campamento los comisarios sólo le han descontado tres minutos.
«He solicitado que verifiquen mi Iritrack para que comprueben el tiempo que realmente he estado detenida, porque han sido mucho más de tres minutos. Lógicamente, lo primero en estos casos es rescatar al herido, por encima de la carrera y del tiempo que pierdas, pero también es justo que te quiten el tiempo que has perdido», dice Laia un tanto sorprendida.
Hasta ese punto de la especial, poco antes de llegar al repostaje, Laia Sanz ha podido marcar un buen ritmo y ha adelantado a una docena de pilotos. «Hoy el viento se llevaba el polvo, de modo que podías adelantar sin tantas complicaciones», comenta. Para Sanz, era una jornada propicia para remontar posiciones y escapar de la zona lenta de la clasificación, pero a 60 kilómetros de la meta se ha quedado sin gasolina en dos ocasiones, una de ellas tras tomar una pista equivocada y recorrer más kilómetros de los necesarios.
«No entiendo muy bien por qué, pero la autonomía de la moto ha bajado bastante en la parte final de la etapa y me he quedado sin combustible. He tenido que esperar a que algún buen samaritano me prestara un poco de gasolina. Luego, entre que me he equivocado de pista y he tenido que dar media vuelta, la moto ha vuelto a pararse, pero por suerte los compañeros han sido generosos y me han sacado del apuro».
Con todo, Laia ha terminado en 68ª posición a 2h 24’17» del vencedor de la etapa y ha perdido una hora respecto a la líder a la challenge femenina Annie Seel, a la espera de que los comisarios le descuenten el tiempo que ha permanecido detenida con el piloto accidentado.
Para Jordi Arcarons tampoco ha sido un día fácil. El de Vic ha perdido de vista a su compañera en dos ocasiones y ha temido por ella ante la cantidad de trampas del recorrido: «hemos llegado a la zona de dunas por separado y al no verla he pensado que iba delante y he empezado a correr más para cogerla, pero resulta que se había parado a ayudar a un piloto accidentado. No estaba muy tranquilo porque el recorrido era extremadamente peligroso por la cantidad de agujeros y baches que te encontrabas en zonas rápidas. Mi misión es ir detrás de ella y, al perder su rastro, me he distanciado mucho».
En la etapa, Arcarons ha sido 56º a dos horas del primer clasificado.
