Volkswagen ha hecho historia por partida doble en el Rally Dakar 2009: como ganador de la primera edición del Dakar realizada en Sudamérica y como primer fabricante en hacerlo con un motor diésel en la categoría de coches.
El director de Volkswagen Motorsport, Kriss Nissen, ha sido el responsable de la preparación de los cuatro vehículos Race Touareg, que se ha saldado con un doblete gracias a los resultados de Giniel de Villiers/Dirk von Zitzewitz y Mark Miller/Ralph Pitchford.
¿Cuáles han sido los mejores momentos del Dakar para usted?
K. Nissen: “La salida fue uno de los momentos más especiales de este Dakar, ya que podías notar como un país entero era partícipe de la celebración. El Dakar es conocido en todo el mundo, y la gente de Argentina y Chile no quería perder la ocasión de presenciar el evento en directo. Otro buen momento llegó al cabo de cuatro o cinco días, cuando constatamos que la preparación realizada previamente estaba dando sus frutos y que tanto los coches como todo el equipo estaban funcionando a la perfección. La siguiente satisfacción llegó al saber que Carlos Sainz y Michel Périn habían salido ilesos de su accidente, algo muy importante para cualquier persona con responsabilidades en una formación tan grande como la nuestra. Finalmente, el cuarto gran momento de la carrera, seguramente el más especial, fue la llegada. La sensación resultó sencillamente increíble.
”
Volkswagen es el primer fabricante en ganar el Dakar con un vehículo con motor diésel. ¿Cómo valora este logro?
“Creo que estamos ante una victoria histórica. Ganar el Dakar es algo muy difícil, ya que pueden surgir tantos imprevistos que es imposible hacer predicciones de antemano. Volkswagen ha cosechado éxitos en esta competición desde el principio, ganando etapas ya en la primera participación del Race Touareg, en el Dakar de 2004. Enseguida llegó el primer podio, y luego incluso mejoramos hasta conseguir una segunda posición. En 2007 éramos muy fuertes, pero unos pequeños problemas nos privaron de alcanzar la victoria. Ahora, hemos demostrado que tenemos el mejor conjunto logrando nuestro mejor resultado. Frente a rivales como Mitsubishi y BMW X–Raid, Volkswagen y su tecnología TDI han puesto de manifiesto nuestra habilidad y experiencia en el campo del diésel. Esto es motivo de una gran satisfacción.”
¿Y qué significado tiene esta victoria para usted a nivel personal?
“No hay duda que ha supuesto un alivio el haber logrado un trabajo de equipo prácticamente perfecto en la carrera más difícil del mundo. “Un equipo, un objetivo”, este era nuestro lema para este Dakar y lo hemos dado todo para cumplirlo. Hemos trabajado con la mirada puesta en este objetivo durante mucho tiempo. Ahora, las emociones van aflorando gradualmente, poco a poco nos estamos dando cuenta de que realmente lo hemos logrado. Si miras a los ojos de nuestros chicos, podrás ver que algunos tienen lágrimas, mientras otros simplemente están felices –nadie está triste, esto lo puedo asegurar–. Estoy orgulloso de haber tenido la oportunidad de trabajar con una escudería como esta, con un equipo tan fantástico.”
¿Cuáles han sido las piezas más importantes en la organización de Volkswagen Motorsport para lograr esta hazaña?
“Se puede dividir en dos áreas principales. Por una parte, el poderoso motor TDI y el revolucionario chasis nos han dado el potencial técnico necesario para contar con las mejores prestaciones para cada etapa especial. En este sentido, el personal técnico de Volkswagen Motorsport, así como el área de Desarrollo Técnico en Wolfsburg, han sido elementos clave. Por otra parte, funcionamos muy bien como equipo; hemos construido un grupo en el cuál cada miembro tiene clara su tarea, pero además está disponible para ayudar a los demás. Todo el mundo acepta y respeta al resto, y esto nos convierte en un equipo muy cohesionado.”
La tecnología TDI del Grupo Volkswagen ha tenido éxito en todos los campos donde ha sido utilizada –por ejemplo, con Audi en las 24 de Le Mans o con SEAT en el campeonato del mundo de turismos–. Ahora, Volkswagen ha ganado también el Dakar con ella. ¿Qué tiene esta tecnología que le proporciona este liderazgo?
Para empezar, hay que decir que el Grupo Volkswagen ha trazado el camino de desarrollo para esta tecnología desde el principio, consciente de su potencial y planificando su futuro crecimiento paso por paso. Como consecuencia, hemos tenido la oportunidad de aplicar esta tecnología diésel de forma muy eficiente en varias disciplinas, ya sea en competiciones de turismos, prototipos o rallyes off–road. Personalmente, creo que la tecnología TDI del Grupo Volkswagen está más avanzada que el resto. Además, los triunfos en las competiciones deportivas también benefician al área de producción del grupo.”
Otro aspecto remarcable en el Rally Dakar fue la forma calmada, reflexiva y colectiva con la que el equipo fue afrontando cada uno de sus cometidos. ¿Qué parte de responsabilidad tiene el equipo en este éxito?
“Cualquiera que haya intentado abrocharse una camisa o ponerse una corbata bajo presión, sabe que el resultado no suele ser el deseado y que hay que volver a empezar dos o tres veces más. Lo mismo ocurre en un equipo del Rally Dakar: si todo el mundo se toma el tiempo necesario para acabar su trabajo, entonces el trabajo se completa a la primera, lo cual no solamente es mejor, sino que también es más rápido. Nosotros hemos conseguido implementar este principio en nuestro equipo, mejorando la forma de comunicar los procesos y distribuyendo la carga de forma más equilibrada, sobre varias espaldas si es necesario. De ese modo, todo el equipo se hace más fuerte, y en el Dakar eso fue un aspecto clave. Aunque los coches requerían más trabajo que nunca, cada día nuestras asistencias terminaban su trabajo antes que las demás formaciones; así pues, nuestro equipo siempre podía descansar mejor que los otros.”
Un poco de suerte siempre es necesaria para alcanzar el éxito. ¿Hay algo que no debería haber sucedido en el Dakar bajo ningún concepto?
“En el aspecto técnico, estábamos suficientemente preparados para saber nuestra posición en todo momento. Teniendo en cuenta nuestra estrategia de conducción relativamente conservadora, lo peor que nos podría haber sucedido hubiese sido empezar el rally muy por detrás de nuestros rivales, ya que hubiera sido muy difícil convencer a nuestros pilotos de no acelerar más de la cuenta y mantener este ritmo. Sin embargo, ocurrió todo lo contrario: después de los primeros días, nuestros rivales se dieron cuenta de lo fuertes que éramos y eso les hizo arriesgar más de lo que podían. Carlos Sainz y su copiloto Michel Périn pudieron contrarrestar esos ataques sin tener que correr riesgos innecesarios. Creo que esto llevó a algunos de nuestros competidores a cometer errores.”
Sin embargo, el Race Touareg también tuvo que retirarse tras un accidente. ¿Realmente se podía esperar que los cuatro Volkswagen en carrera pudieran llegar al final?
“Ante un rally tan duro como este, uno nunca puede esperar con certeza que los cuatro coches con los que inicia la prueba lleguen al final. Como suponíamos, apenas tuvimos problemas técnicos, pero nunca puedes evitar perder un coche. Tenemos que aceptar que Carlos y Michel tuvieron mala suerte. Eran los que dominaban la carrera y, como consecuencia, solían tener que abrir pista en la siguiente etapa, lo cual siempre es un riesgo. Me alegro profundamente de que el accidente no tuviera consecuencias graves para ellos. A pesar de todo, si tenemos en cuenta que sólo tuvimos un abandono en carrera, hicimos un trabajo sobresaliente en comparación con nuestros rivales.”
Viéndote en el campamento, se percibía tensión en tu cara. ¿Qué hizo de este Rally Dakar una experiencia tan dura para los nervios?
“En un rally todo terreno, y en el Dakar en particular, las etapas especiales son siempre muy largas y hay muy poca información disponible acerca del desarrollo de la prueba. Aún contando con todos los canales de comunicación, como la recepción de los tiempos en los intermedios a través de los teléfonos por satélite, hay mucha incertidumbre. Para los que tenemos que esperar en el campamento, esto resulta difícil de soportar a veces y la tensión se incrementa de forma inevitable. Sin embargo, después de pocos días, éramos conscientes de que éramos mejores tanto en grava como en arena, y que nuestros coches se comportaban mejor que los de nuestros rivales en las inmensas dunas que presentaba el recorrido. Además, sabía que el equipo estaba trabajando bien, sin cometer errores, y que los pilotos estaban plenamente concentrados. Al final, todo esto sirvió para calmarme un poco.”