Cuando Pep Sabaté se alistó al Dakar realmente no sabía a lo que se enfrentaba. La carrera en tierras suramericanas no le era ajena del todo, puesto que el año pasado se encargó de llevar el coche de asistencia del piloto de quads Joan Manel González ‘Pedregá’. Sin embargo, de recorrer las rutas de enlace por carretera a bregar con las impresionantes dunas de Iquique o Copiapó, media un mundo. “Tengo experiencia en competiciones de quads y llevo conduciendo camiones desde que empecé a trabajar, pero nunca había competido en camiones y, por supuesto, nunca me había enfrentado a las dunas con un bicho como el que llevo”, reconoce.
Pese a su inexperiencia, el piloto de Guardiola de Font-rubí ha logrado superar hasta ahora los desafíos más comprometidos del rally sin padecer ningún percance significativo, pero el suyo no ha sido un camino de rosas: “lo he pasado muy mal en las dunas. Cuando llego al campamento, los compañeros me animan diciendo que lo estoy haciendo muy bien, pero sufro mucha tensión cuando encaramo el camión a una pared de arena”, asegura.
Para Sabaté, existe una gran diferencia entre pasar las dunas de noche o hacerlo con luz diurna: “contrariamente a lo que pueda pensar la gente, casi prefiero cruzarlas de noche, así no veo lo que hay y sigo las roderas. En cambio, de día me pongo muy nervioso porque es impresionante la inclinación de las dunas que hemos subido y bajado. Además, cuando ves camiones volcados todos los días y lo mezclas con tu inexperiencia, el resultado es algo similar al pánico. Es para cogerle miedo a la arena”, dice medio bromeando, medio aturdido, a través del teléfono. Por su voz, y a pesar de su sufrimiento, parece que la experiencia está resultando muy positiva. De hecho, asegura que en la última etapa disputada (la novena) pudo encarar los cordones de dunas “algo más tranquilo”.
A día de hoy, Pep Sabaté y su copiloto Josep Ramon Cañís siguen adelante en el rally, “algo que de por sí ya es un mérito”, dice Cañís. “En la categoría de camiones ha habido una auténtica escabechina y queda menos de la mitad de vehículos en carrera”.
Además de mantener con su camión artesanal prácticamente intacto, también pueden estar satisfechos con la 20ª posición que ocupan en la clasificación provisional.