El valenciano Rafa Císcar finalmente ha tenido que tirar la toalla debido a la rotura de la bomba de aceite que ha dejado el motor del Isuzu D-Max inservible.
La etapa del viernes fue más dura de lo previsto para el equipo VM Competición que vio como sus esperanzas de poder acabar el primer Dakar en coche se desvanecían al no poder reparar la avería. En el camión de asistencia el valenciano llevaba un propulsor de repuesto, y no dudó en reemplazarlo por el averiado, pero al no completar la especial del viernes los organizadores lo han excluido de la carrera. No obstante el equipo español tiene previsto seguir la caravana del Dakar y seguir en carrera, aunque no de forma oficial.