Jordi Juvanteny y José Luis Criado participan juntos en el Dakar desde 1995. Con 25 y 26 participaciones respectivamente, la pareja del KH-7 Epsilon Team ha tenido que aguardar hasta este Dakar 2016 para ganar la categoría de Producción por primera vez. Ese valioso título, que tantos años llevaban persiguiendo, se suma al 13º conquistado en el apartado de 6×6, donde han vuelto a mostrarse intratables con su MAN.
Lejos de lo que se preveía, la última etapa celebrada este sábado entre Villa Carlos Paz y Rosario no ha sido un paseo triunfal para Juvanteny y Criado, ya que entre los way points 2 y 3 han alcanzado a varios vehículos encallados en un barrizal. Han ayudado a dos camiones a salir de allí, aunque se ha formado tal atasco que la organización ha decidido dar por finalizada la especial. Los participantes que quedaban por pasar han sido dirigidos en convoy hacia la meta de Rosario.
Esa inesperada interrupción no ha alterado la clasificación de camiones ni ha hecho peligrar en ningún instante la doble corona del H-7 Epsilon Team. En la general absoluta, dominada por Gérard de Rooy (Iveco), Juvanteny y Criado han firmado una más que meritoria 30ª plaza, con 68 horas, 9 minutos y 36 segundos acumulados. En la categoría de Producción han aventajado en más de 11 horas al segundo clasificado, el holandés Kornelis Offringa (Mercedes).
“Lo hemos conseguido”, repetían eufóricos en Rosario. Era la primera vez que ambos participaban en solitario y no podían obtener una mejor recompensa a su descomunal sacrificio. “Ha sido largo y nada fácil ya que cada día nos ha pasado algo. Pero el esfuerzo ha merecido la pena porque nos hacía mucha ilusión conseguir el título de Producción que se nos había resistido hasta ahora. Nos sentimos muy orgullosos”, reconocía el piloto Jordi Juvanteny.
Tenían motivos de sobra para estar contentos. Y es que durante las 13 etapas que han completado hasta llegar a la meta de Rosario, los miembros del KH-7 Epsilon Team han debido hacer frente a situaciones muy complicadas. La más difícil sucedió en Bolivia, concretamente en la quinta etapa cuando una fuga de agua en el motor de su MAN les llevó al borde del abandono. Al más puro estilo McGyver, Juvanteny solventó el problema gracias a un bote de pegamento que un aficionado fue a buscar a su casa.
“Con diferencia, fue nuestro peor día y nos faltan palabras de agradecimiento para el pueblo boliviano que nos trató de maravilla. Sin su ayuda, hoy no estaríamos disfrutando de esta ceremonia de llegada en Rosario porque difícilmente hubiéramos logrado reparar la avería”, recuerda un emocionado José Luis Criado, el español con más participaciones a sus espaldas.
La ‘extraña pareja’ del Dakar también puede presumir de ser el segundo mejor camión de la clasificación general formado por sólo dos integrantes, de los cuatro que han conseguido completar la carrera, sobre un total de 41. “Ser sólo dos en la cabina ha representado un hándicap porque nos ha dado más trabajo, pero lo hemos llevado muy bien y lo hemos suplido con la experiencia acumulada durante todos estos años y, sobre todo, gracias a la gran amistad que nos une”, afirman.