En un lugar de La Pampa, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha muchas horas que corría un camión de los de morro, carrocería roja, piloto checo y copiloto catalán. Un motor de cerca 1000 CV y un mecánico holandés.
A las 13:01 tras un estresante enlace con muchísimo tráfico local que nos ha hecho llegar al control horario justo en el último minuto, nos han bajado la bandera arlequinada y la segunda etapa del rally, primera en la que alcanzamos siquiera a ponernos el casco ha empezado.
10, 9,8,7,6,5,4,3,2,1. Gooooo
El Iveco y su potente motor ha arrancado, en cuarta posición según número de dorsal.
El checo, concentrado, hace rugir el motor y los hojas del road book van pasando apurando las frenadas y comiendo metros en cada curva.
En el km 35, de los 389 de la especial de hoy, el checo recortando una curva a derechas ha impactado contra una rama más dura de lo previsto y hemos roto el parabrisas.
Para los neófitos, sabed, que siempre todos los golpes y en especial los del parabrisas, siempre, siempre, siempre, son del lado del copi. ¿Será por el instinto de supervivencia que hace el piloto siempre proteja su lado? ¿ o porque son unos cabr…?
El hecho es que a partir de ese momento el parabrisas del camión se ha convertido, de repente, en una auténtica espada de Damócles, amenazando de romperse del todo y caer encima del sufrido navegante, con el paso de los kilómetros, los saltos y la fuerza del aire a 140km/h, el cristal se ha ido abombando hacia dentro y ha ido desprendiendo pequeños trocitos de vidrio además de dejarme completamente ciego sin visibilidad alguna a través del parabrisas y tener que copilotar fiándome absolutamente de mis notas en el roadbook y el kilometraje parcial de mi terratrip.
¿Si alguien quiere saber que es confiar ciegamente en alguien? Pues eso, hacer 350km, rapidito rapidito y sin ver por dónde, ni hacia dónde vas, ¿guay eh?
Otro de los inconvenientes de romper el parabrisas es que, además, y tratándose de una zona rural, te van entrando insectos de toda clase y condición. Parece la cabina un cementerio de insectos, libélulas, mariposas, hormigas voladoras, moscas, alguna avispa, así como hojas que les podría servir de mortaja.
Poco más os puedo contar hoy de la etapa, mas que ha sido muy rápida, con alguna zona de barro, y bastante técnica, porque, literalmente no la he visto más que a través del road book y parece ser que no nos ha ido del todo mal
Gas i xampany