A seis semanas de la salida del Dakar 2016, los vehículos europeos están listos para un primer periplo de 21 días de navegación a través del Atlántico. Punto de partida: el puerto de Le Havre…
Aunque todavía queda mucho para la publicación de las primeras clasificaciones, los competidores europeos se sienten aliviados tras haber superado la primera prueba, llevar sus vehículos a Le Havre para las operaciones de embarque. De camino hacia Normandía, algunos han sufrido sus primeras averías y otros se han perdido buscando los muelles del puerto. Sin embargo, al final todo el mundo ha llegado más o menos puntual a la cita con el Grande Sao Paulo, el buque mercante que, dentro de unos días, albergará en sus entrañas a los vehículos antes de soltar amarras rumbo a Argentina. El equipo de la organización ha recibido igualmente las llaves de los 265 vehículos que competirán, así como las de 272 vehículos de asistencia, 54 de prensa y 40 de la organización que se encargarán de enviar a Sudamérica. Un parking tan grande como dos campos y medio de fútbol ha sido invadido por 631 motos, quads, autos y camiones, ¡lo que equivale a 3700 metros de longitud si se les coloca en una fila!
Para esta estancia en Normandía se ha movilizado a 140 personas, pero no solo para hacer de aparcacoches de lujo. Los competidores han acudido al hangar número 122 para recoger e instalar, como mandan los cánones, su material de seguridad (GPS, Iritrack, baliza de socorro, etc.), mientras que los alumnos del instituto Lavoisier, invitados para ayudar en las operaciones, se encargaban de colocar los números de carrera y otros adhesivos. En Le Havre, también se han realizado algunos de los tramites aduaneros, así como gran parte de las verificaciones técnicas y administrativas que se finalizarán dentro de 6 semanas en Buenos Aires. “Los comisarios deportivos han visitado a algunos preparadores y siguen trabajando aquí”, comenta Xavier Gavory, encargado de la atención a los competidores. “Eso permite, por ejemplo, identificar algunos problemas que hubieran sido más difíciles de resolver rápidamente si se hubieran detectado en Buenos Aires. También permite aligerar el programa cargadito previsto para las tres jornadas anteriores al inicio del rally”.