Para variar la tónica de este Dakar, la especial no ha sido nada sencilla. Había los mismos kilómetros cronometrados que de enlace para terminar en una zona muy turística como es en esta época del año, La Serena.
La parte inicial se hacía sobre terreno duro y más duro, intercalando zonas rápidas y lentas. Continuamos por una pista de una especie de asfalto que nos llevaba a transitar por cauces de ríos estrechos y con mucha piedra. Estas condiciones nos obligaban a conducir con precaución porque había mucho polvo en suspensión y se hacía difícil alcanzar a los quads y las motos que circulaban muuuuy despacio puesto que los cuerpos están en las últimas.
Al final, una zona de arena blanda nos llevaba a buscar un paso alejados de la línea correcta por el temor a no atascarnos. Pero a veces estas decisiones no son la mejor estrategia. En uno de los puntos nos desviamos demasiado a la derecha y el valle elegido no tenía salida. Esto nos obligó a recular y encontrar el paso correcto para llegar al WP escondido y visualizar la flecha que nos llevaría a él.
Pese a todo hemos consolidado un poco más la tercera plaza que después de la etapa de ayer pendía de un hilo.
Si todo va normal, mañana nos vemos el Valparaíso. Comienza la cuenta atrás para el próximo Dakar