Después de tres jornadas de verificaciones técnicas y administrativas, los 449 pilotos y sus equipos del Dakar 2013 (183 motos, 153 autos, 38 quads y 75 camiones) están preparados para enfrentarse a los 8500 kilómetros de carretera, pistas y dunas que separan Lima y Santiago. Los rivales de Cyril Despres y de Stéphane Peterhansel están listos para el pistoletazo de salida…
“Lo importante es participar”, dice el dicho. Claramente es así en el caso del Dakar, puesto que la mayoría de los pilotos se sentirán afortunados con llegar a la meta en Santiago dentro de dos semanas. Sin embargo, algunos campeones no se van a conformar con tan poco. Son ellos los que han suscitado el entusiasmo del público que ha asistido a esta última jornada de verificaciones en el distrito costero de Magdalena del Mar. No cabe duda de que ese es el caso de Cyril Despres que respondía sin ningún tipo de ambigüedad a la pregunta que se le hacía sobre cuál era el podio final que pronosticaba al término de los 8.500 kilómetros: “Yo ocuparé el puesto más alto, ¡y el resto que haga lo que quiera!”. Más claro, agua. El cuatro veces campeón considera que concentrarse plenamente en su propio rendimiento es una de las claves de su éxito. Además, el discurso de los rivales parece tener el mismo tono. Joan Barreda, por ejemplo, su adversario más temido en el rally de Marruecos hace algunas semanas comentaba: “Me siento tranquilo. La ausencia en la carrera de Marc Coma no cambia nada. El objetivo siempre es ganar y solo significa que hay un contrincante menos. Ahora lo que hay que hacer es seguir trabajando”. Francisco “Chaleco” López, siempre “contento de estar en la salida”, disimula sus ambiciones con una sonrisa, mientras que David Casteu, que ha tomado fuerzas haciendo senderismo en el Atlas de Marruecos antes de partir para Perú, se siente “emocionado por participar en mi 10º Dakar. He demostrado de sobra que soy capaz de terminar esta carrera. ¡Lo que quiero ahora es un buen resultado!”. En otras palabras, estamos ante un aspirante al podio final.
La pugna por el título de campeón en coches parece estar aún menos cantada, puesto que los principales interesados hacen gala de moderación e insisten todos sobre la incertidumbre que genera un reglamento que busca un mayor equilibrio en el rendimiento. Giniel De Villiers, aspirante a la victoria, se pregunta sobre “el potencial de todos los buggys que consiguen cada vez más potencia y que, tal vez, sean los que salen más favorecidos por el nuevo reglamento”, mientras que el director del equipo Toyota Overdrive, Jean-Marc Fortin, se pone en la piel de los pilotos y piensa: “Estamos ahí para fastidiar los pronósticos”. En lo que a los buggys se refiere, Guerlain Chicherit probablemente admitiría ser del mismo parecer, aunque haya optado por la divisa directa de “catch me if you can” (atrápame si puedes) para el lateral de su coche: “Así me siento. No sé dónde me sitúo pero voy a correr todo lo que pueda, con miras a mantenerme en los primeros puestos”. También en dos ruedas motrices, Nasser Al Attiyah coloca bien alto el potencial de su vehículo nuevo: “Sinceramente… es muy rápido. Pero no va a ganar por ser rápido”. Su compañero de equipo, Carlos Sainz, que tuvo que hacer gala de paciencia en su época con Volskwagen, piensa que el horizonte está un poco más lejos: “Es un coche preparado para ganar el Dakar, pero no sé si tocará este año. Nuestro punto débil puede ser la fiabilidad”. No es que los demás no tengan ganas, pero por el momento los Mini del equipo X-Raid salen como favoritos legítimos en todos los pronósticos. Stéphane Peterhansel, que ha sumado nada más y nada menos que 10 victorias en el Dakar, nombra a su adversario sin dudar ni un instante: “Mi rival es De Villiers”. Sin embargo, sus compañeros de equipo Nani Roma y Krzysztof Holowczyc no piensan ceder nada de terreno en esta primera prueba del año. Y no olvidemos a Robby Gordon, cuyo deslumbrante Hummer deja claro que está listo para desafiar a los favoritos.
En camiones, Ales Loprais, se alza como posible árbitro de la carrera y eso que el calendario de la temporada no le ha permitido presentarse con el vehículo que pensaba preparar: “Vengo con mi fiel y viejo Tatra. No es el camión más rápido, ni el más potente, ni el más reciente, pero esperamos poder ganar algunas especiales. Nuestra mejor arma es nuestro coraje y de eso tenemos más que nadie”.