Nani Roma ha pasado en unas horas del cielo al infierno. Tras su brillante victoria de ayer, hoy el piloto de KH-7 ha visto como todas sus aspiraciones en la presente edición del Dakar se quedaban enterradas bajo la arena de una duna chilena. Su Mini 4All Racing se ha quedado encallado durante más de 40 minutos a la altura del kilómetro 71, lo que ha retrasado al de Folgueroles hasta la 23ª posición de la etapa y la 7ª de la general de coches.
“Ha sido un día para olvidar. Estoy muy decepcionado porque nos hemos metido en un agujero hacia el kilómetro 70. Pasaba primero por ese punto y había tantos cámaras de televisión encima de la duna que no he podido hacer bien la maniobra. He pasado recto y me he encallado en el hoyo. Como mínimo, hemos podido avisar a tiempo a mi compañero Peterhansel que venía detrás y ha podido pasar sin problemas”, explicaba un Nani muy decepcionado.
El Mini ha estado alrededor de 40 minutos detenido antes de que Nani y su copiloto Michel Périn lograsen sacarlo de la arena. Como consecuencia del percance, la mecánica ha quedado tocada, provocando multitud de problemas hasta el final de la jornada. Entre unas cosas y otras, el piloto de KH-7 ha llegado a meta en la 23ª plaza con un crono de 4h 33’53”, a más de una hora del ganador del día Nasser Al Attiyah.
En la general, Nani Roma se ve ha visto retrasado hasta la 7ª plaza a 1h 30’52” del líder Stéphane Peterhansel, por lo que se le esfuma el sueño de ganar su primer Dakar sobre cuatro ruedas. “Pienso que no es justo que todo el trabajado realizado acabe de esta manera, pero así de cruel es esta carrera, un día ganas y al siguiente pierdes todas las opciones”, confesaba.
A partir de ahora, el piloto catalán reorientará su estrategia con un objetivo claro: “Vamos a intentar seguir batallando, aunque deberemos cambiar la mentalidad a partir de ahora para cubrir las espaldas a mi compañero Peterhansel, a ver si la victoria se queda en el equipo”.