Jordi Viladoms ha vivido su peor día desde que arrancó el Dakar 2013. Lo que en principio se presumía como una gran jornada, se acabó convirtiendo en una pesadilla para el piloto de Igualada. Tras completar la primera parte de la carrera en cuarto lugar, ha acabado 38º por culpa de una avería en su Husqvarna TE 449 RR en el tramo final.
Después de cinco etapas siguiendo un planteamiento conservador, Viladoms ha decidido pasar al ataque en la sexta crono, celebrada hoy entre Arica y Calama, con 438 kilómetros de especial divididos en dos sectores. En el primero, el piloto catalán ha realizado una gran actuación, llegando a rodar tercero por delante del chileno Chaleco López. Al intermedio de carrera ha pasado en cuarto lugar, a 2’37” del por entonces líder provisional, el portugués Paulo Gonçalves.
El parón provocado por el enlace entre un sector y otro no le ha sentado nada bien a Jordi o, mejor dicho, a su Husqvarna TE 449 RR. Tras reanudarse el tramo cronometrado, la moto ha empezado a fallar ya desde los primeros kilómetros, obligando a Viladoms a ralentizar su ritmo para conseguir llegar a la meta.
“Hoy he considerado que era el día de atacar y todo iba bien hasta el tramo neutralizado. A partir de ahí, ha empezado a fallarme la moto y ha dejado de tirar. He decidido pararme para cambiar el inyector, pero aun así no pasaba de 70 Km/h. de punta. Como apenas conozco la mecánica de la Husqvarna he preferido no tocar nada más y centrar todos mis esfuerzos en llegar a la meta lo antes posible”, explicaba.
Ese inesperado contratiempo ha relegado a Jordi Viladoms hasta la 38ª posición de la etapa con un crono de 4h 13’42”, a 37’21” del ganador Chaleco López, su compañero en el Tamarugal XC. En la general, se descuelga hasta el 18º lugar, a 31’17” del líder Olivier Pain y a 25’08” del podio.
El piloto de Igualada reconocía desde Chile que “estábamos haciendo una buena carrera y la estrategia era la correcta pero hay cosas, como la mecánica, que no se pueden controlar”. Mientras tanto, su mecánico David Palmada ya se había puesto manos a la obra para encontrar el motivo de la avería y solucionarlo para mañana.
De todas formas, Jordi Viladoms no arroja la toalla y mantiene su firme intención de plantar batalla a los primeros clasificados en lo mucho que aún queda de Dakar: “Está claro que los objetivos han cambiado, pero seguiremos compitiendo día a día para recuperar todo el terreno posible y escalar posiciones”.
Mañana, maratoniana sexta etapa entre Arica y Calama, de 218 kilómetros cronometrados y otros 585 de enlace.