Wild Wolf y Gerard Farrés ya están listos para el desafío del Dakar 2013. El equipo, recientemente constituido, ha cumplido el trámite de las verificaciones y ha aprovechado los días en Lima (Perú) para probar la moto por última vez antes de que arranque la carrera mañana sábado.
Precisamente en el último test, realizado a 50 kilómetros de Lima, el equipo ha coincidido con otros participantes ilustres, como Carlos Sainz y Násser Al-Attiyah, que se ha interesado mucho por la Honda CRF450X de Wild Wolf e incluso ha llegado a montar en ella.
“Ha sido una sorpresa encontrarlos ahí, pero más sorpresa aún ha sido descubrir que Násser es también un apasionado de las dos ruedas”, bromea Gerard Farrés. “Me ha contado que en su casa tiene cuatro motos y que le gustaría que fuera allí unos días para hacer una excursión. La verdad es que no le conocía mucho y me ha parecido un tipo de lo más simpático. Espero que tanto a Carlos como a él les vaya muy bien la carrera”, comenta distendido el piloto de Manlleu.
Volviendo al trabajo, Farrés se ha mostrado muy contento con su nueva montura después de las últimas pruebas: “Hemos hecho mucho trabajo en muy poco tiempo y estoy muy satisfecho del resultado. La distribución de pesos es muy buena, la suspensión va de maravilla y le hemos sacado algo de jugo al motor de serie. Además, me siento bien física y mentalmente, así que espero disfrutar mucho en mi debut con Wild Wolf”.
Preguntado por el dorsal número 13 que lucirá a partir de mañana, Farrés asegura que no cree en supersticiones: “El 13 es un número bonito, nadie lo quería pero yo no creo en la mala suerte y prefería ese dorsal a uno más retrasado. Según la clasificación del año pasado, lo normal es que me hubiera tocado el número 7, pero parece ser que no hay un reglamento muy claro al respecto y me iban a dar el veintitantos, a lo que me opuse”.
Mañana, tras la ceremonia del podio de salida, arrancará el Rally Dakar 2013 con la primera etapa, que llevará a los participantes de Lima a Pisco, con un enlace por carretera de 250 kilómetros y una especial cronometrada de 13 kilómetros. “Es el día de los nervios”, explica Farrés. “Muchos pilotos salen a fondo y es un día en el que sólo hay que posicionarse y no cometer errores”, concluye.