A falta de ocho meses para que empiece una nueva edición del Rally Dakar, Pep Sabaté y su copiloto Josep Ramon Cañís se afanan por dejar listo el camión de competición, que debería empezar a rodar en el mes de julio. El piloto de Guardiola de Font-rubí (Barcelona), se ha propuesto crear un prototipo de gran nivel para tratar de acabar entre los 15 primeros clasificados.
“Somos un equipo humilde y pequeño, pero tenemos los conocimientos, la visión y la voluntad necesarios para dar un paso más respecto a las estructuras privadas que compiten en la categoría de camiones del Dakar. Queremos ser una alternativa a los prototipos oficiales y para ello estamos desarrollando un vehículo que incluye soluciones similares a las que puede llevar el equipo De Rooy”, señala.
Sobre la base de un Mercedes Axor, en los talleres de Quadafons se ha rebajado el peso del vehículo -ahora pesa sólo 8.000 kg en vacío- y el centro de gravedad, con un reparto de pesos muy centrado gracias al desplazamiento del motor y la transfer por detrás del cockpit. El chasis se ha reforzado y el ancho de vías se ha ampliado hasta los 2,5 metros, el máximo que permite el reglamento FIA. Las suspensiones han evolucionado con la inclusión de amortiguadores de 4 válvulas especialmente desarrollados por King Shocks Europa. Y el motor Mercedes de 20.000 cc se ha potenciado a 890 CV por el efecto -en parte- de un doble turbo.
“No hay duda de que partiendo de la misma base que ya utilizamos en el Dakar 2011, hemos hecho una máquina prácticamente nueva y mucho más evolucionada”, asegura Sabaté.
“Me gusta pensar que, en el fondo, se trata de la preparación más avanzada que se ha hecho nunca en España, y no es una exageración. En nuestro país existe una gran tradición de preparación de camiones del Dakar, pero suelen estar muy cercanos a los modelos de serie, y en la mayoría de casos esos camiones se han destinado a proporcionar asistencia rápida a otros equipos. ¿Por qué no hacer uno que fuera cien por cien de carreras? Ese interrogante es el motivo por el que nos hemos embarcado a crear este proyecto”, reconoce.
Después de trabajar en su prototipo durante más de un año, y perderse la pasada edición por una fractura de rodilla, Pep Sabaté se muestra más animado que nunca para volver al Dakar: “El año pasado no me fue posible participar porque en verano tuve un aparatoso accidente laboral del que justamente ahora empiezo a recuperarme. Pero como se suele decir, no hay mal que por bien no venga, ya que eso me permitió trabajar mis ideas con más tiempo. Creo que estamos muy cerca de tener el camión privado más competitivo del Dakar y me muero de ganas por arrancarlo y comprobarlo”.
Pep Sabaté debutó en 2011 en el rally raid más duro del mundo sin tener experiencia previa en ninguna competición de camiones y sin haber pisado nunca las dunas con un camión. Su habilidad al volante y la eficacia del camión que había preparado en Quad a Fons le llevaron hasta el 18º puesto de la clasificación final en una edición en la que había 32 equipos oficiales, o semioficiales. Para 2013, el reto será acabar entre los 10 o 15 primeros.