Aunque la etapa del día ha tenido que ser anulada, los pilotos del Dakar han podido atravesar la Cordillera de los Andes en convoy. Los pilotos encargados de abrir la pista han cruzado el Paso San Francisco a una temperatura de -8°.
¡Bienvenidos al verano austral! En Mar del Plata, algunos recién llegados a Argentina descubrían que en el hemisferio sur enero rima con verano. Algunos días más tarde, han podido saber que en pleno corazón de la temporada de las canículas es posible presenciar una tormenta de nieve y toparse con el cierre de un puerto. A dos días del ascenso hacia el Paso San Francisco la organización del rally recibía los primeros datos sobre las duras condiciones climáticas por llegar. Conforme avanzaban las horas, la situación iba empeorando en esta región del macizo andino, dificultando por momentos la celebración de la especial, al menos en el recorrido previsto, demasiado deteriorado a causa de la lluvia y la nieve. Ayer, las autoridades chilenas informaban a la organización del cierre del puesto fronterizo del Paso San Francisco. Circular por la carretera que sube hasta alcanzar una altitud de 4.700 metros (y que baja fundamentalmente en zigzag por el lado chileno) era sin duda demasiado peligroso para los pilotos y equipos del rally, de ahí que a última hora de la tarde se tomara la decisión de anular la etapa, decisión que se trasladaba a los corredores durante una reunión general celebrada a las 21h00. Esta mañana estaban citados a las 8h00 para tomar la salida en convoy… a la espera de que les acompañara el cielo.
La previsión meteorológica era halagueña a primera hora de la mañana, de hecho el trenecillo de Fiambalá ha podido salir a la hora. Varios camiones del rally encargados de labores logísticas abrían a continuación la pista, mientras que las motos eran convocadas para salir en primer lugar al asalto de la cordillera. Cada 30 minutos, se sumaban al convoy vehículos de la organización y ambulancias para facilitar la fluidez y seguridad del mismo. Sin embargo, a eso de las 10h00, llegaban los primeros vehículos al Paso, donde el mercurio subía muy lentamente y marcaba -8°. Estas han sido, grosso modo, las características de la “Operación Guillaumet”, bautizada así por Etienne Lavigne en homenaje al piloto del servicio postal aéreo que sobrevivió a un accidente en la Cordillera Andina.
Durante el descenso por el lado chileno, se diseñaba un itinerario para evitar la zona más afectada por la intemperie. Se ponía así rumbo hacia Diego de Almagro, con un marcado desvío hacia el norte para llegar a Copiapó. En total, los vehículos han recorrido unos 200 kilómetros de más respecto de los 641 km inicialmente previstos para llegar al vivaque. Aunque el crono se ha detenido de forma provisional, arrancará -y con él el espectáculo deportivo- mañana en una etapa en bucle de 573 km que podría pasar a formar parte destacada de la historia del rally.