Aunque el equipo holandés Riwald Dakar inicia su andadura en la prueba, todo el mundo es consciente de que habrá que seguir de cerca a los tres vehículos inscritos. El equipo, que presentó su grupo el lunes en Hengelo (Países Bajos) ante más de 800 personas, apunta a lo más alto.
Hace algunas semanas, el nombre de Bernhard Ten Brinke adquirió un gran renombre en el mundo del rally raid. Hasta el momento, solo le conocían los aficionados a los circuitos y al rally tradicional. Sin embargo, el holandés ha estrenado pisando fuerte y se ha impuesto en el rally de Marruecos. Con el acceso al palmarés, se ha convertido en el blanco de todas las miradas. En cualquier caso, Ten Brinke cuenta con todas las bazas necesarias para entrar en el Top 10, con un Mitsubishi Lancer de la generación del Dakar 2010, reequipado con un motor de gasolina, y un copiloto con una gran experiencia, Matthieu Baumel, que se ha codeado con los más grandes, a la vera de Guerlain Chicherit y Carlos Sousa. Además, otra de las virtudes del piloto es la prudencia, de gran utilidad, sin lugar a dudas, a la hora de encarar las dos semanas de carrera: “soy consciente de que no domino todo y no va a ser fácil”.
Para facilitar su estreno en el Dakar, Ten Brinke cuenta con el apoyo de una estructura que aborda la aventura del rally raid con ambición y gran seriedad. Erik Wevers, fundador del proyecto, pilotará también un Mitsubishi Lancer, al igual que Gert Huzink, al volante del tercer 4×4 del equipo. Y para asumir la gestión del equipo durante el rally, Wevers ha contratado a uno de los mayores especialistas, David Serieys, que empezó su carrera profesional en el equipo del fabricante japonés durante la era de su dominación en el Dakar. Riwald Dakar cuenta con probabilidades de colocar a uno de sus vehículos entre los diez primeros, pero, además, el jefe de filas habla de un plan trianual encaminado a posicionarles como pretendientes al título. Su copiloto, Fabian Lurquin, añade de pasada que “el objetivo real será para 2013”.
Fotos: Miguel Ferrer