De todos los lugares que hay en el mundo para albergar la salda de un Rally, no hay duda que las Pirámides de Gizeh es uno de los más prestigiosos. Desde primeras horas de la mañana los equipos buscaban entre las polvorientas zonas que rodean el milenario complejo funerario, el mejor lugar para inmortalizar el momento.
El primero en pasar por el podio de salida era Marc Coma que viene dispuesto a llevarse el cetro de Faraón a Avià, el catalán, que hace poco firmaba la renovación con la marca austriaca KTM se hacía con la victoria de etapa por delante de Jordi Viladoms que finalizaba a 3 minutos y 55 segundos por detrás de su excompañero de equipo ya que Jordi abandonó la disciplina de KTM para volar en solitario, en esta ocasión pilota una Yamaha. Tras los dos españoles llegaba el polaco Przygonski (KTM) a 4’52 seguido de Helder Rodrigues (KTM) a 7’13 que busca rubricar su condición de líder del Campeonato del Mundo aquí en Egipto. La excelente recuperación física del chileno «Chaleco» López se ha visto eclipsada por la rotura del embrague de su Aprilia en el kilómetro 260 de la especial mientras buscaba la cabeza de carrera con Coma y Przygonski.
Si en las motos la victoria de Coma era previsible, en la categoría de coches Vasiliev se reivindicaba demostrando que su victoria en la última etapa del Silk Way no fue una casualidad. El ruso se alzaba como líder al volante del poderoso G-Force, un coche del que hemos hablado largo y tendido en este portal. El zorro del desierto, Jean-Louis Schlesser le ha marcado de cerca y ha finalizado a 30 segundos del piloto ruso. Miroslav Zapletal con el BMW X3cc finalizaba tercero por delante del japonés Jun Mitsuhashi que con el Toyota HDJ200 T2 lidera la categoría de producción. El teórico jefe de filas del equipo G-Force, aunque sus acciones y palabras se empeñan en decir y demostrar lo contrario ha perdido más de 27 minutos al dañar dos cilindros del motor Chevrolet V8 de siete litros de cubicaje que montan los G-Force.
No acaban aquí los titulares para el equipo ruso, la victoria de Vasiliev y la avería de Gadasin son solo la segunda parte de la historia que empezaba en las Pirámides de Gizeh cuando el T4 de asistencia rápida se subía al podio y veía como este cedía ante la incredulidad y posteriores risas de los presentes.
FotosR. Prtichard, equipos.