Con la frustración de no haber podido competir desde el último Dakar, en el que terminó en un meritorio 10º puesto, Christian Lavieille aprovecha el desarrollo de un nuevo buggy Dessoude para volver a la competición, gracias al Silk Way. Va a descubrir las dos ruedas motrices y el vehículo tendrá que pasar la prueba de fuego de la carrera, pero el antiguo piloto no oculta sus ambiciosos objetivos.
“André Dessoude y yo hemos estado intercambiando ideas sobre la forma de proceder”, precisa Christian Lavieille. “Me ha pedido que estuviera al volante del nuevo buggy del equipo en su primera carrera y como me moría de ganas de competir de nuevo este año, nos hemos puesto de acuerdo rápidamente. Se está finalizando todavía el vehículo, de hecho teníamos previsto una sesión de pruebas pero no hemos tenido tiempo. Se basa en el buggy de Isabelle Patissier al que hemos introducido algunos cambios, concretamente en la suspensión. Lo más importante es que cuenta con un motor BMW Turbo diesel. El Silk Way va a ser perfecto para ponerlo a punto; no hay nada mejor que una carrera. Y yo, como cualquier piloto, siempre necesito competir.”
“Es todo un reto, no solo porque se trata de un vehículo totalmente nuevo, por lo que será normal que tengamos algunos problemillas iniciales”, comenta el tres veces campeón del Bol d’Or, “pero además voy a descubrir las dos ruedas motrices, sobre todo en la arena. Teniendo en cuenta las condiciones, no me fijo ninguna meta particular, pero, como siempre, voy a intentar conseguir el mejor resultado posible. En la última edición del Dakar, terminé como primer piloto no oficial, así que me gustaría al menos conseguir un resultado similar en el Silk Way, aunque no conozca tan bien el buggy como mi Proto”.
“Isabelle ha mostrado que la concepción inicial del buggy es buena, así que ahora con un motor más potente, puede ser una vehículo realmente peligroso para la competencia”, concluye el ganador del Campeonato del Mundo 1996, categoría maratón. “Aunque es un poco difícil pensar en el futuro cuando se parte desde cero, durante la carrera no tendremos otra opción. Espero no encontrarme con demasiados problemas, pero hay que reconocer que la suerte en el Silk Way no me ha sonreído hasta el momento; en las dos últimas ediciones he tenido que abandonar. Dicho esto, estoy encantado de regresar, porque me gustan mucho los terrenos que vamos a encontrar, además la organización es impecable, lo que contribuye en gran medida al placer que proporciona la prueba”.