Aunque la edición 2012 del rally llevará a los pilotos y a los equipos a la cara oeste del continente americano, concretamente a Perú, Etienne Lavigne visitó este jueves a los participantes de Europa del Este. La cita tuvo lugar en Praga, tierra de ganadores…
Aquí se coleccionan trofeos. En la historia del Dakar, los pilotos checos han dejado una profunda huella en su palmarés. Y la recepción organizada en Praga permitió que los numerosos periodistas allí presentes se sumergieran en esta realidad. Josef Machacek, el quíntuple ganador de quad, ligeramente eclipsado por la saga Patronelli de las dos últimas ediciones, pudo recordar a los dos hermanos, gracias a los medios de comunicación, que sin duda habría que contar con él en la batalla por el título: «¡Ya tengo un plan para adaptarme a la limitación de cilindrada impuesta por la nueva normativa! No obstante, también es posible que cambie de categoría y que me vea al volante de un buggy monoplaza. Por el momento, hay un 50% de posibilidades», sorprendió el gigante del quad.
Por el contrario, hay pocas posibilidades de que Ales Loprais cambie algún día de categoría. Totalmente embargado por la pasión por los camiones, muestra una perseverancia intacta para desafiar a los Kamaz en la cabina de su Tatra, y el pasado enero consiguió interrumpir durante dos etapas la marcha triunfal de los camiones rusos: «Y el año que viene conseguiré aún más medios para hacerlo mucho mejor. De hecho, tendremos un segundo camión en la carrera, que desempeñará el papel de asistencia rápida». El heredero de la dinastía, a la espera de que llegue su momento, por ahora se contenta con representar lo más dignamente posible a su tío Karel, séxtuple ganador del Dakar entre 1988 y 2001. ¡Etienne Lavigne entregó la medalla del Dakar a los protagonistas de esta campaña, por todo el conjunto de su trayectoria!