Nadie tenía nada que decir sobre el prólogo, pero si alguien tenía una amplia sonrisa en su cara ayer se le habrá borrado de golpe en la etapa de hoy. El Bivouac parece un campo de batalla con mecánicos montados sobre los coches y golpeando piezas de metal con enormes herramientas. Echando un vistazo a la hoja de tiempos parece que la etapa de hoy ha masacrado a al menos la mitad de los participantes, incluidos los dos G-Force, Gadasin ha volcado después de recorrer… 4 kilómetros.
Incluso en vencedor de la etapa Stéphane Peterhansel en el Mini ha tenido un día duro aunque no lo parezca. «La última vez que estuve aquí fue en 2007 y había olvidado lo caluroso que es esta zona. No me he sentido nada cómodo en la cabina». Con todo el francés cuenta con siete minutos de ventaja sobre su compañero de equipo Leonid Novitskiy y diecisiete sobre Jean Louis Schlesser.
El campamento es un mundo de contrastes, algunos coches están llenos de polvo, otro han sido remozados y limpiados. Entre el ruido de los generadores diesel y las chispas de las radiales he dado una vuelta por el bivouac para ver que había pasado en la etapa.
El contraste era total en la carpa del vecino de X-Raid. Mientras el mecánico repara el techo con cinta americana el piloto Malcolm Anderson reparaba los daños que había causado el perder la rueda a los 110 Km. «Seguramente las tuercas no estaba apretadas correctamente en la rueda y con los saltos del camino hemos acabado perdiendo la rueda» comentaba mientras mostraba el paso de rueda torcido y la puerta golpeada «Por suerte no volcamos, esto es una prueba de resistencia y solo es el primer día necesitamos hacer los posible para prevenir más penalizaciones, si aguantamos y los demás van cayendo subiremos en la clasificación» Siempre positivo, nunca negativo, como diría un conocido entrenador de futbol.
Nizar Al Shanfari en su buggy fue demasiado entusiasta en los primeros 40 kilómetros y en sus propias palabras «Fundí un cilindro» Intentó seguir pero el buggy solo recorrió 20 kilómetros más antes de pararse definitivamente. Nizar no para de sonreír, un flamante motor nuevo espera mientras sus mecánicos desmontan el viejo.
El equipo Saluki tampoco ha superado el primer día. EL protector de escape se ha calentado demasiado y ha quemado las cintas de sujeción de la rueda de recambio la cual también ha ardido posteriormente. Todo esto sin que los pilotos se diesen cuenta hasta que el motor ha dejado de funcionar porque las llamas han fundido el cable del acelerador.
Y del G-Force… ayer os contaba el esfuerzo del equipo en llegar a tiempo desde Italia: el papeleo, el envío de los coches por avión, el T5 en barco y los coches de equipo se alquilaba in situ. Todo ello para hacer cuatro kilómetros. La única palabra que se me ocurre es «tragedia». Una curva ciega a todo gas echó fuera a Boris y su coche volcó dañando el eje trasero impidiendo que el ruso pudiese continuar. Su compañero de equipo llegó algo más lejos antes de que la rotura de la dirección y su desconocimiento de la mecánica le hiciera perder un par de horas. Todo ello sin olvidar que el primer CP marcaba el cuarto mejor tiempo.
Texto: Robb Prichard – Traducción: Pep Cifre