El piloto de IPDC-Cosaor-Coves de Sant Josep, «SOBREVIVE» a una etapa dantesca para él, en la que después de más de 7 horas para realizar 176 Km., haberle pasado por encima de su moto un coche de la carrera, quedarse sin gasolina, caerle la noche y no tener luz, además de encontrarse mermado físicamente por su dañada vértebra, no impide que llegue al final de la especial. Así que al llegar al campamento, tendrá que trabajar con su mecánico durante toda la noche para poder salir en la etapa de mañana.
El piloto de IPDC-Cosaor-Coves de Sant Josep, ha resistido a todo lo que le ha ido cayendo en la décima etapa del Dakar, incluido un vehículo que le pasó por encima de su moto cuando él se había apeado para tomarse un calmante. Una etapa donde todo se le fue complicando y que nada pudo con él, pues tras 7 horas y 30 minutos llego al final de la especial cuando ya pasaban de las 22 horas, quedándole todavía 183 Km. de enlace y mucho trabajo que hacer con su moto.
Se sabía que la especial de hoy, corta en kilómetros pero dantesca en su recorrido, iba a poner en apuros a muchos pilotos y a dejar fuera de carrera a más de uno, pero lo que no se podía imaginar el de la Vall d’Uixó, es que él sería uno de los perjudicados.
Jairo Segarra: Ha sido durísimo, pero sólo las ganas de estar el próximo domingo en Buenos Aires han hecho posible que llegara al final de la especial.
El año pasado ya lo pasé mal en esta etapa, pero en esta ocasión he superado con creces todo lo que me paso hace ahora un año. Me he quedo enganchado de la espalda, me ha pasado un coche por encima de la moto, me he perdido cuatro veces, la arena de las duna era como harina, se ha agujerado el deposito de gasolina, al caer la noche me he dado cuenta que la luz de la moto no funcionaba y no sé cuantas cosas más, pero lo más importante es que sigo en carrera y ello es lo que importa. Lucharé lo indecible para llegar al circuito de Baradero el próximo domingo.
