Fue una larga y calurosa ceremonia de apertura hasta que apareció Robby Gordon al volante de su mostruoso Hummer de color naranja, el piloto americano volvió a hacer de las suyas y por supuesto a meterse en el bolsillo al público que presenció en directo la ceremonia de salida del Dakar Argentina-Chile.
Al igual que el año pasado, el estadounidense saltó con su máquina en la rampa de salida instalada frente al Obelisco, pero como no le convenció el primer intento, lo repitió por segunda vez logrando los aplausos del respetable.
Pero eso no fue todo, a lo largo del recorrido fue haciendo gala de su pilotaje. Y así, en la avenida 9 de Julio hizo unos trompos dejando las marcas de los neumáticos para el recuerdo de los presentes. Gordon pasó a escasos centímetros de las vallas donde miles de personas presenciaban sus malabarismos.
Al llegar a la Plaza de Mayo el público le pidió más y el estadounidense salió del habitáculo, se sentó en el techo y pilotó con un pie el volante demostrando una vez más, que lo importante es hacerse un nombre en esta dura prueba, aunque ello lleve consigo montar el show por donde uno pasa.