El KH-7 Epsilon Team supera una décima etapa marcada por un largo enlace y una especial muy complicada y desagradable.
El KH-7 Epsilon Team acabó la décima etapa en 17º lugar a 1 hora y 44 minutos del vencedor, el ruso Vladimir Chagin, y recupera dos posiciones para situarse ahora en la 15ª posición de la general. Para Jordi Juvanteny, José Luis Criado y Fina Roman, la etapa transcurrió sin excesivas penalidades, pero acabaron muy cansados tras una dura jornada.
El día comenzó con un larguísimo enlace para dejar Chile y entrar de nuevo en Argentina. Por delante tenían 500 kilómetros desde Copiapó hasta la salida de la especial, con una travesía que les llevó a cruzar por última vez los Andes, esta vez por el paso de San Francisco, a 4.750 metros de altitud. De los -5ºC que se encontraron allí subieron a los 40ºC que había en las dunas de Fiambalá, donde les aguardaba una finísima y complicada arena blanca.
“El tramo era muy lento y tortuoso, con una parte de mucha piedra y luego una zona de dunas muy complicadas de atravesar con un tipo de arena que casi era polvo de talco”, explica Roman. “El año anterior ya pasamos por aquí, pero en sentido contrario, y nos pareció más sencillo y agradable que esta vez. Además, los enlaces son eternos y provocan que lleguemos al inicio de tramo bastante cansados”, comenta José Luis Criado.
En la especial, Juvanteny nuevamente se vio obligado a llevar el camión al límite para superar la dificultad de las dunas: “tuve que coger inercia dando una vuelta en redondo por las laderas de unas dunas, casi como si fuera un ciclista en un velódromo, y así poder coger la velocidad necesaria para superar el obstáculo, pero con la inclinación lateral que cogió el camión, faltó muy poco para volcar”.