I Rallye Comunidad de Madrid RACE ha cerrado el calendario de asfalto del campeonato nacional ya en manos de Alberto Hevia. La cita madrileña ha dejado un buen sabor de boca a todos, especialmente a los aficionados que han acudido a ver los tramos y han podido ver de cerca y disfrutar de las habilidades al volante de los pilotos, sobre todo en los tramos disputados por la sierra madrileña, con unas condiciones meteorológicas y de asfalto muy complicadas.
La carrera ha tenido varios cambios de líder y ha sido intensa. Y lo mejor de todo es que no se ha decidido nada hasta los últimos dos tramos, no restando ni un ápice de emoción al rally. El inicio era contundente por parte de los dos favoritos a la victoria. Xevi Pons marcaba el mejor tiempo en el primer Jarama –cinco vueltas que equivalen a 18,53 km-. Hevia quedaba a poco más de dos segundos. Sensacional tramo para Fernando Navarrete, tercero y primer Grupo N, dando muestras de sus buenas manos como pilotos de circuitos. Manolo Cabo aprovecha el potencial de su Porsche y se coloca cuarto por delante de Fran Cima. Abandona Dani Marbán (rotura de turbo), Miguel Blanco y Pablo de Sousa por avería. En el segundo tramo de Navafría las cosas cambiaban y Pedro Burgo domina con su Mitsubishi Grupo N –sube al tercer puesto general- logrando una diferencia de 6,6 segundos por delante de Xevi Pons y 9,4 sobre Hevia. Buen tramo de Monarri recuperando lo perdido en el Jarama, colocándose cuarto. La segunda pasada por Navafría sería neutralizada debido a la gran cantidad de público y a coches mal situados.
La última jornada comenzaba con las primeras pasadas por los tramos de Canencia y Morcuera y con una carretera helada tras el intenso frío nocturno y con unas temperaturas que a duras penas conseguían remontar de los 8 grados bajo cero a primeras horas. Desde el comienzo, el madrileño Alberto Monarri, buen conocedor del terreno, ha impuesto su ley y ha dejado claro que, con permiso de Pons y Hevia, iba a por la victoria. Xevi Pons comenzaba a acusar problemas en un palier, que a la postre le iban a obligar a abandonar en el parque de asistencia al no tener la junta homocinética necesaria para reparar. De esta forma, se llegaba a mitad de la mañana.
De nuevo los pilotos se enfrentaban a los puertos de Canencia y Morcuera. Monarri dominaba otra vez los dos tramos, haciendo un “cuatro de cuatro”. Alberto Hevia tenía dificultades para seguir el ritmo, con un motor que no terminaba de ir del todo fino a lo que había que añadir problemas con los neumáticos. Pedro Burgo aguantaba el ritmo de Monarri y estaba al acecho.
Por la tarde llegaba lo mejor. En el primer tramo en El Jarama, el gallego Pedro Burgo recortaba distancias con Monarri y apretaba la general por arriba. Por su parte Hevia se colocaba tercero. Pero iba a ser en la pasada por el Atazar cuando la carrera iba a dar un vuelco definitivo. El madrileño Monarri debía abandonar al final del tramo tras una salida en la que terminaba impactando con el guardarraíl. De esta forma el lucense Pedro Burgo heredaba el primer puesto, con un Hevia al que sólo le quedaba esperar el fallo del primero para poder aspirar a ganar.
Así las cosas, el último tramo en El Jarama servía para coronar a Pedro Burgo como campeón. Alberto Hevia se tenía que conformar con ser segundo. Por detrás, Víctor Senra y Fran Cima, éste subiendo dos posiciones al final, terminaban tercero y cuarto respectivamente, cerrando el quinteto ganador el vasco Xabi Lujua.
La entrega de premios, de nuevo a los pies del Bernabeu, se convertía en el mejor broche de oro a un rallye que ha sido un éxito en todos los sentidos.