Ayer reclamaba su puesto, hoy ya lo tiene. Giniel de Villiers ha confirmado en la cuarta etapa del Silk Way que no ha ido a Rusia a ver la revancha entre Carlos y Nasser. El sudafricano ha vencido su tercera etapa de la carrera y ha arrebatado el liderazgo a Carlos Sainz.
De Villers, que ha pasado un año a la sombra de sus compañeros de equipo, en parte por una operación sufrida a principios del 2009, tenía la difícil tarea de abrir pista. El hombre tranquilo de Volkswagen ha mostrado sus dotes de piloto imparable aderezado con una magnífica navegación por parte de Dirk Von Zitzevit. Carlos Sainz parecía decidido a aumentar su liderazgo y en el CP1 segía siendo el más rápido, pero a partir del kilómetro 230 el Race Touareg de «Gini» ya marcaba mejor crono que el madrileño, colocándose 50″ por delante de Sainz en el CP2. A partir de aquí empezaba el recital del sudafricano aumentado la ventaja hasta finalizar la etapa a casi tres minutos del «Matador». Nasser Al Attiyah sigue agazapado detrás de sus coequiperos a la espera de un error de alguno de los dos, nadie pone en duda el carácter inconformista del qatarí que intentará resarcirse de la mala fortuna de la pasada edición.
La «otra» carrera ha dejado a un aspirante en el camino, el único piloto privado que se había colado entre los VW, Boris Gadasin ha volcado el G-Force Proto. Ambos miembros del equipo están bien pero los daños en el coche han obligado al actual líder de la Copa FIA de Bajas a abandonar la prueba. Con ello Matthias Kahle ha ocupado la quinta plaza por delante de Mironenko.
En camiones nueva victoria de Kabirov que ya suma cinco en las dos ediciones del Silk Way. Tras el Nikolaev y Chagin que parecen abonados a los peldaños de podio. La supremacía de los Kamaz se puede ver con solo echar una ojeada a los tiempos de carrera. Kabirov ha marcado un crono 13 segundos más rápido que Kahle, quinto scracht entre los coches.
La buena noticia es la buena actuación de Pep Vila que ha firmado el quinto mejor tiempo del día. Lástima del vuelco del primer día, que les impide luchar por los puestos de cabeza. A la hora de escribir esta crónica faltan dos camiones para llegar y uno de ellos es el Mercedes del equipo Epsilon.