Helder Custodio, Gyula (Hungría)._ El equipo liderado por Olivér Sólyom, ha tenido que hacer frente a uno de los más duros test para un organizador. Con un evento de cuatro días de duración, uno de los cuales dedicado a la burocracia de un evento de este tipo y los otros tres destinados a la competición propiamente dicha, el Sólyom Team solo dispuso de un mes para preparar una prueba que normalmente exige casi medio año de preparación. El factor que contribuyó a esta situación fue solo uno, pero incontrolable, el nivel de las aguas de la región que tras un invierno extremadamente lluvioso tenía anegados los tramos y kilometrajes inicialmente previstos. Destacar la magnífica colaboración de las autoridades locales que brindó a Olivér y su equipo todo lo necesario para encontrar una solución y disputar a carrera en la fecha prevista.
La tercera y definitiva etapa se vivió la batalla que libró Erik Korda ara recuperar el tiempo perdido con Balasz Szalay con el Opel Antara. Poco pudo hacer el piloto del Nissan Navara frente a la superioridad mecánica del prototipo de Opel que monta un propulsor de casi siete litros de cilindrada superando con creces los 250 caballos. La Navara «solo» monta el 4.0 de Nissan, preparado en Sudáfrica.
Como espectador de lujo en la lucha por la primera plaza estaba Fazekas que con su BMW X5 se mantenía sin problemas en el tercer escalón del podio.
En quinto lugar finalizaba Pal Lónayi con el Nissan Navara equipado con los neumáticos Fedima, hay que destacar que el piloto húngaro recorrió los tramos y enlaces de los dos días de carrera con el mismo juego de neumáticos sintiéndose satisfecho con el rendimiento, tanto incluso que cedió un juego de neumáticos a Korda para el último tramo, con lo cual los neumáticos de la firma portuguesa subieron al podio del Prohun 500 2010.