“Las decisiones más importantes se toman en lo alto de una duna”. La frase es de Jordi Arcarons y, aunque lo parezca, no pretende ser un eslogan. Simplemente es la realidad. El motard, que brilló en la década de los noventa como el mejor español del Dakar, tomó dos de las decisiones más importantes de su presente más inmediato en las dunas del erg Chebbi, en Marruecos. La primera de ellas fue en diciembre, cuando Laia Sanz hizo su primer test en el desierto.
Arcarons la acompañó para guiar sus pasos en una disciplina que requiere velocidad, resistencia, navegación y orientación, cualidades que, aunque no le son ajenas, distan mucho de las habilidades que se requieren en el trial. La experiencia fue tan positiva y prometedora que la nueve veces campeona del mundo de trial femenino, su asesora Àngels Rovira y el propio Arcarons decidieron emprender un nuevo camino juntos. Allí se comprometieron a trabajar durante los próximos meses para lograr que Laia Sanz participe en la próxima edición del Rally Dakar al manillar de una Honda 450 c.c.
Fruto de la total sintonía que existe entre los tres, Àngels Rovira pasó a desempeñar las funciones como mánager de Laia a la vez que constituía una sociedad en Marruecos y otra en España con Jordi Arcarons para la formación de pilotos, con la mirada fijada en desarrollar el proyecto Dakar de Laia como punto de partida.
La segunda decisión fue igualmente impactante y se tomó hace a penas una semana en lo alto de la duna, en plena sesión de entrenamientos. Allí precisamente, en la cresta de una colina de arena que las gentes del lugar bautizaron hace casi dos décadas con su nombre, Jordi Arcarons se convenció de que el mejor mochilero con el que podía contar Laia para alcanzar la meta del Dakar no era otro que él mismo. De este modo, Arcarons se encargará no sólo de instruirla y prepararla para este enorme reto sino que también le hará de escudero, vigilando de cerca sus pasos en la carrera más dura del mundo.
Así es como se ha fraguado el retorno a la competición de uno de los motoristas españoles más relevantes de todos los tiempos. Arcarons se retiró oficialmente hace ocho años, si bien se ha mantenido estrechamente vinculado a la competición. En 2003 se inscribió en la categoría de coches del Dakar y un año después se convirtió en el mánager del equipo KTM Repsol, donde contribuyó a las victorias de Nani Roma (2004) y Marc Coma (2006 y 2009).
A sus 47 años de edad (nació en Vic el 6 de junio de 1962), Jordi Arcarons posee uno de los palmarés más impresionantes del panorama off-road nacional. Disputó el Dakar en 15 ocasiones (en moto) y en ese tiempo conquistó más de treinta victorias de etapa y subió seis veces al pódium; cuatro de ellas como segundo clasificado y otras dos en tercer lugar. En su dilatada carrera deportiva también logró cuatro títulos nacionales de raids y tres de enduro.