Miguel Ferrer, redacción._De todos es sabido que el Dakar esta reconocido tanto por los participantes, como por los medios de comunicación que lo siguen en directo como la carrera de motor más dura del planeta. Y como muestra un botón, basta ver los números para darse cuenta que los protagonistas de este evento no exageran.
Por normal general los organizadores (ASO) de la prueba, que por segundo año consecutivo ha visitado tierras sudamericanas, en vez de África, tienen previsto que un 50% de los inscritos no completaran el recorrido, o lo que es lo mismo no culminaran su sueño de llegar a Dakar, en esta ocasión, Buenos Aires.
En esta edición que acaba de finalizar, y durante la cual hemos escrito miles de veces que cada etapa era muy dura, tal vez más que la anterior, hemos de decir que el 51.7% de los competidores subió al podio de llegada. De los 362 equipos inscritos, 187 completaron el recorrido y fueron recibidos como héroes en el podio de Buenos Aires.
En el apartado de motocicletas de las 151 que tomaron la salida, 88 regresaron a buenos Aires con el trabajo hecho, ello implica que el porcentaje (58,3) fue superior a la media. En la categoría de quads el porcentaje de pilotos que arribaron a meta fue algo inferior, pero también estuvo por encima de la media, acabaron la prueba 14 de los 25 que tomaron la salida (56%). Nuestro mejor representante, Marc Coma, fue sancionado en dos ocasiones, una por exceder la velocidad máxima en el paso por una población, y otra por unas acusaciones de haber cambiado la rueda trasera de su motocicleta en plena especial, de no haber sido sancionado hubiera acabado en segunda posición. Joan Pedrero fue el español mejor clasificado al acabar en la décima plaza.
Los mastodontes del desierto, los camiones también estuvieron por encima de la media con un promedio del 53,8% finiquitando la carrera 28 de los 52 que pasaron las verificaciones técnicas y administrativas. Los cuatro camiones T4 del equipo Epsilon terminaron la prueba sin mayores incidencias. Oliveras y los hermanos Cámara finalizaron octavos, una plaza por delante del KH7 Epsilon Team que terminó en el noveno lugar, venciendo en su categoría de 6X6. Además Fina Román, navegante del equipo, se convirtió en la española más laureada del Dakar. Borrero y Asurmendi finalizaron en las onceava y decimonovena respectivamente.
Donde más bajas se produjeron fue en la categoría de coches de los 134 que partieron del Obelisco de Buenos Aires tan solo llegaron 57, esto nos da un promedio del 42.5 % de éxitos. Una de las primeras víctimas, y que era aspirante al triunfo, fue el catalán Nani Roma, un vuelco dejó maltrecho el BMW que pilotaba y frustró las expectativas del veterano piloto español. La alegría nos llegó de la mano de Carlos Sainz, que si bien el año pasado tuvo que abandonar al caer por un barranco en esta edición, y copilotado magistralmente por Lucas Cruz, nos deleitó con la primera victoria en el Dakar de un equipo español, en el apartado de coches. Xavi Foj en su línea habitual finalizó segundo en T2, mientras que el resto de los participantes españoles sucumbieron a la dureza de la carrera.
En esta edición la prueba que cruzó tierras argentinas y chilenas fue más dura que la anterior, o al menos eso reflejan los números, ya que el año pasado concluyeron el 54% de las tripulaciones por un 51,7% de esta edición.