Mediagé Comunicación._El equipo Competició Desert, capitaneado por Antonio Vico, se prepara para pasar las verificaciones técnicas previas al comienzo del Rally Dakar 2010. Todo tenía que ser un simple trámite pero cuando los miembros del equipo se han dispuesto a recoger el vehículo de la campa donde estaba aparcado se han encontrado con una sorpresa.
El coche con el que participan Antonio y su hijo Carlos Vico no estaba igual que cuando lo embarcaron en el puerto francés de Le Havre a finales de noviembre. Su Bowler Nemesis presentaba un golpe en la parte frontal izquierda, lo que alteró inicialmente sus ánimos. “Cuando vimos el golpe nos quedamos un poco mosqueados porque, aunque sabes que en un traslado marítimo pueden suceder estas cosas, no esperas que te toque a ti”, dice el piloto de Vilanova del Camí.
Lo peor vino poco después, cuando subieron al coche e intentaron ponerlo en marcha. “No hacía contacto y volvimos a sobresaltarnos, así que fuimos a buscar a los encargados de la campa para averiguar qué había sucedido con nuestro coche”.
Por lo visto, en el proceso de desembarco un camión de carreras impactó con el Nemesis del equipo y, según Carlos, el copiloto, “lo del contacto seguramente fue un olvido. Los operarios que lo trasladaron se dejarían algún circuito eléctrico encendido y eso habrá provocado que se agotara la batería”.
Después de los partes de incidencias correspondientes, las asistencias técnicas del equipo se dirigieron hasta el lugar para reparar los desperfectos. Afortunadamente, se ha podido arreglar el parachoques y, tras cambiar la batería, todo parece marchar con normalidad.
Como explica el patriarca de los Vico, “todo ha quedado en un susto porque en el fondo no ha sido más que una anécdota, pero con tan poco tiempo por resolver contingencias, no se puede evitar reaccionar con cierta inquietud. Ahora ya está todo solucionado y estamos más tranquilos”.