M. Ferrer, redacción._No son pocos los problemas que están afrontando las organizaciones que se encargan de organizar las pruebas mundial de rallys. Ahora el turno parece tocarle a Córcega, que debe cerrar las cuentas de la clásica y difícil prueba con base en Ajaccio. Los responsables de la prueba han sido intimidados por la Federación Francesa del Deporte Automovilistico (FFSA), para que cierre el balance previsto, que alcanza nada menos que a 3 millones de euros, adeudados desde la pasada edición.
La Federación ha decidido además, invitar al resto de las organizaciones galas, interesadas en proponer nuevas candidaturas para el WRC del 2010. Las repuestas no se han hecho esperar y fue de inmediato y los gestores del Limousin Rallye, del Rallye Coeur de France y también del Rallye de Antibes estarían interesados en formar parte del privilegiado grupo de pruebas que puntúan para el mundial de rallys. Por otra parte los responsables del Rallye de Alsacia, comunicaron al gobierno francés del automovilismo que pretenden asumir la concreción de la prueba, con un recorrido absolutamente inédito con epicentro en el sur del país o en la cotizada Borgoña gala, donde seguramente lograrían un importante apoyo económico.
De esta forma, el Tour de Corse –por decisión interna- sólo sería aceptado como reserva para el 2010. Interesante e imprescindible la decisión de la autoridad gala, que debería ser imitada por muchos países, teniendo en cuenta que estas organizaciones, son soportadas en su mayoría con dineros públicos, con el justificativo de mostrar las bellezas y el potencial de la nación al mundo todo, con un evento visualizado en todos los confines del planeta.