Después de conseguir su segundo podio de la temporada en el Rallye de Italia, Petter Solberg está volviendo a pensar en cambiar de coche de cara a la próxima cita en Grecia. El Rallye de Cerdeña fue la primera carrera de Petter con la nueva evolución de su Xsara WRC, y aunque señaló que funcionó mejor que con los diferenciales activos que ha llevado durante el resto de la temporada, el noruego aún quiere un coche que tenga auténtico potencial para finalizar en el podio.
Solberg finalizó la carrera en cuarta posición, pero ascendió un puesto posteriormente cuando Sebastien Loeb recibió una penalización de dos minutos por incumplir la reglamentación relativa al arnés de seguridad. “Ya salíamos del parque de asistencia para la ceremonia de podio en Porto Cervo cuando nos dijeron lo de la penalización,” comentó Petter.
“Fue una buena prueba para mí y para todo el equipo. Fuimos rápidos en varias ocasiones y la tercera esta plaza nos resarce de la que perdimos en Argentina. Una lástima por Loeb, pero yo no puedo hacer nada al respecto.
“Tuvimos una buena lucha con Sebastien. Cuando me levanté el domingo estaba listo para pelear, y estuvo bien poder hacerlo. Los dos primeros tramos nos fueron bien, luego tuvimos un problema con la dirección. Lo arreglé tras el primer tramo de la tarde y en los otros dos fuimos al límite. No podíamos hacer nada más.”
Lo que sí se puede hacer es conseguir un coche más rápido, y en vistas a otro rallye muy cálido en Grecia el mes que viene, Solberg admite que aún está considerando la posibilidad, con un Peugeot 307 como posible reemplazo.
Petter: “Me siento encasillado. He realizado bastantes rallyes y sé dónde estoy. Tendremos que planteárnoslo Phil y yo y ver qué podemos hacer para el próximo rallye. En la próxima carrera habrá las mismas temperaturas, así que tenemos que pensarlo bien, no quiero perder el tiempo. Me lo estoy pasando muy bien, pero ahora toca sentarse a analizar la situación. Sé que con las altas temperaturas no es posible correr más. Aún me queda un poco por hacer.”