La prueba inaugural del Africa Race finalizó a orillas del Lago Rosa el pasado 11 de enero, tras un exitoso recorrido, y volverá a disputarse en 2010. Esta segunda edición tendrá lugar entre el 26 de diciembre de 2009 y el 10 de enero de 2010, siguiendo el itinerario tradicional, pero con variantes bastante originales en lo que se refiere a la ruta actual, que llevará a los participantes desde una ciudad europea hasta Marruecos para, desde allí, seguir ruta hasta llegar a Senegal, pasando por Mauritania. Se trata de una ruta legendaria, un viaje a través de las dunas del Sáhara, de norte a sur: el objetivo del Africa Race es hacer énfasis en su magia, añadiendo también un pequeño aroma de aventura, como un rally de larga distancia, en donde el término Maratón cobra un nuevo significado. Un continente fascinante que todavía no nos ha desvelado todos sus secretos.
Basado en el intercambio cultural, pasión, convivencia y el compartir experiencias con los habitantes de los países anfitriones, el Africa Race es una prueba completamente distinta al resto. Nació desde el deseo de las naciones africanas de celebrar un nuevo rally en la región, y de la esperanza de todos los que aman este deporte. Marruecos, Mauritania y Senegal recibieron la carrera inaugural con diersión y orgullo, con el firme deseo de que esta aventura continuase…
EL ESPÍRITU DEL AFRICA RACE
Lo principal y más importante es el deseo de simplicidad, convivencia y autenticidad, disputando una carrera en la que los valores deportivos y humanos son más importantes que los asuntos más superficiales.
El Africa Race ofrece a los participantes mucha proximidad y un espíritu real de mutua ayuda. El terreno desafiante, las dificultades y la soledad se convierten en una descarga de adrenalina. Las situaciones divertidas que surgen de vez en cuando provocan ese clásico escalofrío, que es lo que buscan los participantes; y llega, es el placer que suscita la pasión. La delicia de atravesar un Erg interminable, con nada más que un océano de arena en el horizonte. La belleza de una meseta, y el desafío de encontrar la ruta correcta. Atención, elecciones y toma de decisiones contra el crono. Para algunos, la navegación puede convertirse en una auténtica sesión de jardinería, pero qué importa, entre hierba de camello, terrenos complicados, y dunas por atravesar, el objetivo es llegar a la meta, después de jornadas de duro esfuerzo y trabajo.
Subir a la cumbre de una duna, ahogarse en el fesh-fesh, encarando un descenso infernal o decidir si atravesar una pendiente, todo ello ofrece las emociones quiere sentir y compartir. Las peores experiencias pueden llegar a suponer los más bonitos recuerdos, especialmente cuando las compartes con alguien. Y por eso cada tarde, acorde con la tradición africana, los vivacs se convierten en lugares en donde contar cada experiencia. El lugar en donde los veteranos y los novatos comparten sus vivencias. Bajo una tienda Bereber o Mauritana, cada uno cuenta su aventura con entusiasmo, sin olvidar una dosis de heroísmo.
Al final de la aventura, África habrá dado a esos privilegiados sus grandes tesoros. Paisajes que dejan sin respiración y la oportunidad de conocer a sus gentes. Algo que siempre toca en lo más profundo de la mente y del corazón.
¡ABIERTO A TODAS LAS CATEGORÍAS!
Este espíritu no significa excluir la ayuda de las federaciones automovilísticas y motociclistas, que garantizan que el reglamento se aplique con corrección. El rally está en los calendarios de la FIA y de la FIM. El Africa Race está abierto tanto a coches como a motos, quads y camiones.
Para las motos, las categorías tradicionales serán las que tomen parte en la carrera: Producción, Sport, Extreme y Quad. EN lo que respecta a las cuatro ruedas, T1 y T2 para los coches y T4 para los camiones, sin olvidar la categoría Open, abierto a vehículos no homologados en las categorías antes citadas.