Entre el calor y la añoranza hemos vividos una Nochevieja muy diferente en Buenos Aires, marcada por la preparación de las verificaciones administrativas del día 1, primero de año, a las 9 de la mañana, no han tenido piedad.
Hemos recogido toda la documentación e información de la carrera, nos hemos saludado los pilotos, profesionales y amateur, hemos atendido a los medios de comunicación españoles y argentinos que están presentes y todos con la expectación propia entre nosotros del desconocimiento de lo que vamos a tener por delante sin aventurar demasiados juicios sobre como supondremos que se desarrollará la carrera. También tiene todo esto tiene su emoción, los que tengan responsabilidades de resultados tendrán todavía mucha más.
La expectación entre los argentinos del Dakar es sencillamente espectacular, los equipos españoles y en concreto el nuestro, estamos siendo mimados, solo tenemos palabras de agradecimiento por toda la hospitalidad y colaboración que hemos encontrado “acá”.
Ya tenemos el libro de ruta, road book, para la primera etapa, dia 3 de enero, Buenos Aires hasta Santa Rosa de la Pampa. Ya hemos recibido de manos del Director de Carrrera las primeras informaciones deportivas que van a marcar la diferencia con el Dakar de Africa.
Iniciamos una etapa rápida con suelo con algo de arena, pero muy rápida, parece que una media superior a 100 km/h, atravesaremos zonas poblados con mucho público de espectadores, atravesaremos propiedades privadas de la Pampa, con muchos vallados, donde todo el mundo deberá colaborar para agradecer a quienes han colaborado con su voluntad que podamos pasar por sus tierras, el esfuerzo de las Fuerzas de Seguridad, tanto Gendarmeria como Policia, es enorme para garantizar la seguridad en los recorridos que estén sin ningún tipo de circulación, la sensación de todos es el gran esfuerzo de todo el país para ofrecer la mejor imagen al mundo a través de esa ventana que le ofrece esta singular competición.
Lo que más me ha llamado la atención y provoca la primera reflexión, es que el Dakar de este año requiere mucha mas honestidad por parte de los pilotos en el respeto por el medio ambiente, las costumbres de los pueblos, la prudencia se impone en muchas zonas por encima de los resultados deportivos, todo esto hace sin duda mucho más exigente en la concentración de las tripulaciones.
Será determinante la adaptación a este nuevo formato, quien antes se adapte será quien obtenga alguna ventaja, y yo sin duda, tengo mucho trabajo por delante en ese aspecto.