La quinta etapa fue la más dura del Dakar 2009 y una de las más complicadas de la historia de esta competición. Ese era el comentario más repetido en el campamento instalado en San Rafael, donde a medianoche todavía faltaban muchos vehículos por llegar. Más de la mitad de la caravana del Dakar se desperdigó en pleno desierto intentando superar unas dunas que según Fina Roman, la navegante del equipo, “eran enormes; las más grandes que haya visto nunca. Eran auténticas paredes de arena que se levantaban delante de nosotros. Pensaba que sería muy difícil atravesar el cordón de dunas pero Jordi Juvanteny es un zorro del desierto y lo logró”.
El equipo KH7-Repsol-Epsilon fue uno de los 15 camiones que alcanzaron la meta. Detrás de ellos no llegó ningún otro camión en carrera ya que la organización, en vistas del gran desconcierto generalizado y las dificultades que tenían los participantes por superar un terreno excesivamente roto y complicado, decidió neutralizar la mitad de la especial. “Nosotros fuimos de los últimos en pasar y la verdad es que nos fue bien porque a pesar de las dificultades hicimos una etapa excelente”. La buena actuación del trío catalán supuso un vuelco en la clasificación, ya que ayer pasaron del puesto 19º de la general al 13º, lo que les sitúa como primer equipo español en camiones y líderes de la categoría 6×6.
Los resultados de la quinta etapa todavía son provisionales, ya que la organización aun no ha aplicado un tiempo estándar para los equipos que se vieron afectados por la neutralización.