Los primeros problemas han llegado para el equipo Sportdrive Dakar antes incluso de que se celebrara la primera etapa. Durante la ceremonia de presentación de la carrera por el centro de la ciudad de Buenos Aires, el Toyota Hilux de José Miguel de Fulgencio se paró por completo. El coche no arrancaba y el sistema de diagnosis indicaba un problema de motor y de la centralita electrónica. La suerte en este caso es que esta avería se produjo antes de meter el coche en el parque cerrado, de modo que los mecánicos de 4WD Jatón Racing pudieron trabajar durante toda la noche para sustituir el propulsor por otro nuevo que llevaban de repuesto sin penalización alguna por parte de los comisarios.
Una vez realizada esta intervención de urgencia, el piloto afincado en Matadepera (Barcelona) pudo tomar la salida de la primera etapa. “No ha sido un muy buen día, ya que pronto el indicador de la temperatura señaló que se calentaba el motor y he tenido que parar varias veces a echar aguar al radiador, pero a 50 kilómetros del final ya me había quedado sin agua. Suerte que mi compañero ‘Niko’ ha estado bastante pendiente de nosotros y se ha parado a ayudarnos y proporcionarnos más agua. Es una pena empezar así la carrera, pero espero que todo lo malo se concentre aquí y que luego podamos tener un Dakar limpio”, se resigna De Fulgencio.
Debido a estos problemas, el equipo De Fulgencio – Santamaría ha acabado muy retrasado, en el puesto 149º, a 2h 2’51” de la cabeza de la carrera.
Por lo que se refiere a Josep Nicolás ‘Niko’ e Ignasi Bosch ‘Ñaki’, la etapa ha transcurrido sin problemas pero, como comenta el piloto, han estado bastante pendientes de lo que le pudiera pasar a De Fulgencio: “perder un coche a estas alturas de la carrera es un gran inconveniente, así que iba más preocupado por lo que le pudiera pasar a mi compañero que de cómo íbamos nosotros en la etapa. Nos hemos parado a ayudarles varias veces y por eso hemos acabado tan retrasados. Lo importante es que De Fulgencio haya llegado a la meta. Ahora tocará revisar bien el coche, averiguar por qué se calentaba el motor y reparar”.
Según el piloto de Sabadell, “la etapa de hoy era muy rápida y peligrosa, con pistas más bien estrechas y acequias enormes en los lados en las que cabía un camión entero. No me extraña nada que hoy haya habido algunas bajas porque hemos visto varios coches accidentados y algunos con el arco de seguridad doblado”.
‘Niko’ y ‘Ñaki’ han terminado en la 136ª posición, a 1 hora y 36 minutos del primero.