“El Dakar existe por su voluntad de descubrimiento y por su capacidad de enfrentarse a lo desconocido. Al cruzar el océano, el rally se presta a una experiencia fiel a sus valores, a su temperamento. 100% Dakar, es el desafío que nos propusimos como organizadores”. Con estas palabras de Etienne Lavigne, director del raid más duro y famoso del mundo, queda más que claro que el cambio de escenario –de África a Suramérica- no va a conllevar un menoscabo del espíritu dakariano. Pedro Peñate lo sabe y por ello se ha vuelto a embarcar en un proyecto que ha presentado hoy viernes en el Centro Comercial El Muelle, en Las Palmas de Gran Canaria.
Cada año son cientos los pilotos con alma aventurera que sienten la llamada del Dakar. Pedro Peñate lleva escuchándola desde que era muy joven y no ha parado hasta que ha pasado a formar parte de él. Lo intentó el año pasado, pero las amenazas terroristas lo dejaron compuesto y sin raid. En la salida de Lisboa él era uno de los más ilusionados y fue él uno de los que peor encajó la primera cancelación de la carrera africana por excelencia. Después de dos años de esfuerzos, preparativos y sacrificios, la suspensión fue un duro golpe del que el piloto de Telde se repuso desde el mismo momento en que se empezó a fraguar lo que hoy es una realidad, el Dakar Argentina Chile 2009.
Un clavo quita otro clavo y, un año después de aquello, Pedro vuelve a sentir el hormigueo en el estómago. Y este año con más razón, porque la de 2009 va a ser la edición más novedosa, desconocida y aventurera de cuantas se recuerdan. Van a ser un total de catorce etapas que se disputarán desde el día 3 de enero hasta el día 17, fecha en la que el Dakar Argentina Chile cerrará un inmenso bucle con salida y llegada en Buenos Aires. En cifras, 9.578 kilómetros de recorrido de los que 5.150 serán de especial cronometrada. La etapa más dura –al menos sobre el papel- será la de Copiapó-Copiapó, la más larga con sus 686 km y con la incógnita de las dunas del Desierto de Atacama, cuya arena puede diferir mucho de la que los pilotos tienen referencias más cercanas, las de África.
Este año todo va a ser nuevo, y la novedad trae consigo nuevos desafíos. Atacama, las llanuras de la Patagonia, el paso por la Cordillera de los Andes, pero también el verano austral y la altura, un factor éste último al que Peñate le tiene especial respeto. Su planteamiento, tratádose de su primer Dakar, es el de “llegar a meta y disfrutar al máximo de una prueba única”, por ello en puntos del recorrido “donde el sentido común aconseje desenroscar el puño del acelerador y ahorrar fuerzas”, el piloto canario cambiará el ‘chip’ con un único objetivo entre ceja y ceja: “llegar al bivouac para recuperar energías”.
Su preparación física e incluso psíquica ha seguido un programa específico en estos últimos años, en el caso de la mental, para encajar de una forma constructiva cualquier piedra que pueda encontrarse en el camino. La propia elección de su moto, la KTM 525 Rally se debe a las condiciones de esta versión americana del Dakar, “sacrificando velocidad punta en favor de una mayor ligereza y manejabilidad”, comentó durante el acto de presentación ante los medios de comunicación isleños. Rodeándolo en la mesa de autoridades estuvieron Enrique Navajo, gerente del Centro Comercial El Muelle, Manuel Quílez, director comercial para Canarias de la empresa Seur, y de Disa Cepsa, su responsable de lubricantes, Marcos Guerra.
El chasco de 2008 no fue sólo el de Peñate, también el de toda la gente que lo apoyó. Por ello el piloto de Valsebike ha querido volver a tener a su lado a su mecánico de confianza, Celestino Hernández, que contará con los medios técnicos de X-Raid. En cuanto a patrocinadores, el equipo Valsebike Canarias cuenta con el apoyo de marcas y empresas como Cepsa Moto, Centro Comercial El Muelle, Banco Cetelem, KTM, Fonteide, Fox, Vadebicis, y Restaurante Los Abuelos así como de entidades de carácter institucional como el Ayutamiento de Telde y la Dirección General de Deportes.