Pep Cifre, redacción._ Ali Machlab no se rinde fácilmente, el próximo tres de Enero emprenderá su tercera participación en el mítico Dakar. El objetivo será el de llegar a la meta por primera vez. Para ello deberá superar los casi 10.000 Kms. de recorrido que atraviesan Argentina y Chile y discurren por todo tipo de terrenos, de los cuales el 50% se encuentran a más de 3500 metros de altura en pleno desierto de Atacama en Chile y La Patagonia argentina. Por algo el Dakar es la prueba más dura de mundo.
La relación de Machlab con el Dakar nace en 1997 donde empezó sus recorridos en paralelo para seguir la carrera. En 2005 inició su andadura como dakariano en el asiento del miedo del Mitsubishi de Carlos Rentero, consiguiendo llegar hasta la penúltima etapa, donde sufrieron una avería muy difícil de resolver. Por si no era suficiente 10 pistoleros encapuchados les tendieron una emboscada en Malí justo a mitad de la noche mientras reparaban el coche. Dos años más tarde lo intentaba en moto pero el Dakar le volvió a enseñar su lado más amargo. EN la especial de Lisboa a Portimao sufrió una caída y se lesionó, pero al salir del hospital descubrió que le habían sustraído la moto. Un año más tarde estaba dispuesto a resarcirse pero la cancelación del Dakar le dejo de nuevo sin cumplir su deseo.
Para la edición de 2009 ha seguido un duro programa de entrenamiento físico para fortalecer la rodilla y superar la lesión. En lo que a la moto respecta ha estado entrenando en Portugal, Almería, Marruecos Yemen y Fuerteventura. En este variado elenco de terrenos ha practicado especialmente ejercicios de navegación.
Dentro de un par de días Ali estará en Buenos Aires gracias a la colaboración de la Consejería de Deportes del Gobierno de Canarias, la Federación Canaria de Motociclismo, Motard Class, Talleres Napesca y la Escuela de Negocios MBA.
Alí nos comenta: Gracias a esta evolución experimentada este año, puedo afrontar el reto sudamericano con mucha confianza e ilusión. Esta edición será muy exigente físicamente, ya que la altura y las largas etapas harán mella a diario en nuestros organismos. Creo firmemente en poder llegar hasta el final, siempre y cuando la mecánica y la suerte nos acompañe.